El precúneo, uno de los principales centros de integración neuronal y la parte del cerebro humano involucrada en procesos de memoria, procesamiento visio-espacial, ha modificado su forma durante miles de años y ha influido sensiblemente en la organización espacial de los hemisferios cerebrales.
Sus cambios a lo largo de los años, han sido tantos y tan importantes que esta parte del cerebro es considerada como la clave de la evolución cerebral del "homo sapiens", tal y como concluye un estudio científico que se acaba de publicar en la revista Journal of Anatomy y que analiza los cambios en la geometría de esta áreas parietal profunda.
El artículo se basa en un estudio realizado por Emiliano Bruner, responsable del Grupo de Paleoneurología del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), junto a investigadores de las universidades Autónoma y Complutense de Madrid y de la Universidad de Maastricht.
Emiliano Bruner explica que este patrón de ampliación parietal ha caracterizado la evolución del cerebro en nuestra especie y "es muy interesante saber que sigue siendo un componente importante de la variabilidad moderna".En esta misma área cerebral se localizan también los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer, lo cual hizo proponer a Emiliano Bruner y a la neuropsicóloga Heidi Jacobs, del Instituto Alemán de Neurociencia y Medicina de Jülich, en un trabajo publicado en 2013, una hipótesis para interpretar la neurodegeneración asociada a esta patología en clave evolutiva.
Años de investigación
Hace diez años, Bruner, entonces en la Universidad La Sapienza (Roma), publicó los primeros análisis geométricos de la forma cerebral en el género Homo, evidenciando que la característica principal de nuestro cerebro es la ampliación de las áreas parietales, que ocupan la región posterior y superior del cráneo.También se descubrió que estas áreas representan un nudo fundamental en la organización de las redes del cerebro y que tienen tipos de células diferentes de los otros primates.
Además cumplen un papel fundamental en los procesos asociados a la inteligencia, relacionadas con las capacidades de simulación y de imaginación.