En este día internacional de la mujer, reivindicamos las figuras de tres mujeres: Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson. Gracias a los cálculos de estas tres afroamericanas que trabajaban como matemáticas en la NASA en los años de segregación legalizada y la discriminación racial de EEUU, fue posible el éxito del primer estadounidense que orbitó la Tierra, y de la llegada de Neil Armstrong y sus compañeros a la Luna. El asunto ha salido a la luz a raiz del reciente estreno de la película Figuras ocultas, a su vez basada en la novela de Margot Lee Shetterly Talentos ocultos, que acabamos de adquirir en la Biblioteca.
Dorothy Vaughan
Natural de Misuri, se licenció en la universidad con 19 años y trabajó como profesora de matemáticas. Llegó a Langley en 1943 y rápidamente se convirtió en la jefa del equipo de West Computing. Especializándose durante el resto de su carrera en computación y programación.
Katherine Johnson
Desde niña se convirtió en un fenómeno de Virginia Occidental. Empezó el instituto con 10 años y se licenció en matemáticas y francés a los 18. Fue una de las primeras personas en formar parte de la Universidad de Virginia Occidental. Empezó a trabajar en Langley en 1953. Mientras trabajaba para la NASA, también era una mujer soltera con tres hijos.
Mary Jackson
Vivía en Hampton (Virginia), licenciada en ciencias físicas y matemáticas. Se convirtió en ingeniera aeroespacial cuando empezó a trabajar en Langley en 1951. Se especializó en experimentos con túneles de viento y datos de aeronaves. Siempre usaba su posición para ayudar a los demás.
Las tres, siempre unidas, hicieron uso de sus aptitudes de una manera muy inteligente. Con paciencia consiguieron derribar los obstáculos del género, la raza y profesionales para las mujeres afroamericanas.