El número oro o áureo (también llamado número dorado, razón extrema y media, razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción áurea y divina proporción) representado por la letra griega φ (fi), en honor al escultor griego Fidias, es un número irracional que posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad como relación o proporción entre segmentos de rectas. Esta proporción se encuentra tanto en algunas figuras geométricas como en la naturaleza en elementos tales como caracolas, nervaduras de las hojas de algunos árboles, el grosor de las ramas, etc. Asimismo, se le atribuye un carácter estético especial a los objetos que siguen la razón áurea, así como una importancia mística. A lo largo de la historia, se le ha concedido importancia en diversas obras de arquitectura y otras artes. Araceli Casans nos presenta en El número de oro, que acaba de llegar a la Biblioteca, un ensayo donde analiza el desarrollo "FI" en las Matemáticas, en la Naturaleza, y en la proporción artística.

Araceli Casans y de Arteaga

Doctora en Filosofía Pura y pintura. Ha colaborado en numerosas revistas, especialmente en Revista de ideas estéticas, sobre “simetría y ritmo”, “Estructuralismo y estética”,.. Como pintora y retratista, su labor queda reflejada en numerosas obras en la línea del neorrealismo español actual. Sobrina de la Madre Cristina de Arteaga-religiosa e historiadora- Araceli es autora de Tras las huellas de San Jerónimo, un interesante recorrido por la vida y obra de esta mujer extraordinaria y ejemplar, y que fue publicado por Akrón en 2008. Su tesis doctoral sobre “La proporción armónica” ha sido la base de su libro El número de oro.

Razón áurea

El número áureo aparece, escondido y enigmático, en los sitios más dispares. El primero en hacer un estudio formal sobre él fue Euclides, unos tres siglos antes de Cristo, en su obra Los Elementos. El Hombre de Vitruvio, dibujado por Leonardo Da Vinci y considerado un ideal de belleza, está concebido según la proporción áurea. El número áureo también está “emparentado” con la serie de Fibonacci. Por algún motivo, las figuras que están “proporcionadas” según el número áureo nos resultan más agradables. Aunque recientes investigaciones revelan que no hay ninguna prueba que conecte esta proporción con la estética griega, lo cierto es que a lo largo de la historia se ha utilizado para “embellecer” muchas obras. Por ejemplo, el uso de la sección áurea puede encontrarse en las principales obras de Leonardo Da Vinci. Es bien conocido el interés de Leonardo por las matemáticas del arte y de la naturaleza, y esta proporción no le era indiferente. De hecho, el rostro de la Mona Lisa encierra un “rectángulo dorado” perfecto. Miguel Ángel, por ejemplo, hizo uso del número áureo en la impresionante escultura El David, desde la posición del ombligo con respecto a la altura, hasta la colocación de las articulaciones de los dedos. La relación entre las partes, el techo y las columnas de el Partenón de Atenas, por ejemplo, también se relacionan mediante el número áureo. Muchos productos de consumo masivo se diseñan siguiendo esta relación, ya que resultan más agradables o cómodos; así las tarjetas de crédito o las cajas de cigarrillos poseen dimensiones que mantienen esta proporción.

Fuentes:

• El número de oro de Araceli Casans de Arteaga
• El número de oro en el Catálogo Cisne de la BUC
• Número áureo: belleza matemática en ABC