Publicaciones científicas como Science o Nature han hecho historia en los últimos años. Jordi Bascompte, biólogo e investigador de la Estación de Doñana y recién incorporado al equipo editorial de Science, nos habla sobre el papel de estas revistas ante la revolución mediática de internet.
Sólo hay dos españoles en el prestigioso Board of Reviewing Editors de la revista Science. Jordi Bascompte (Olot, 1967) y Oscar Marín, del Instituto de Neurociencias de Alicante. Ambos, con el resto de los miembros, revisarán los cerca de 250 artículos que llegan cada semana a la revista. Entre sus funciones estarán también la de sugerir nombramientos, ayudar a los editores con los manuscritos, detectar líneas de investigación emergentes y seleccionar las diez mejores investigaciones del año.Bascompte cree que el artículo de Venter describiendo la creación de una célula sintética es una contribución muy significativa a la historia de la biología, y que el hecho de que apareciera en Science ha acelerado su difusión. Cree también que trasciende su campo porque es de interés tanto para la comunidad científica como para el público en general. No sólo los biólogos moleculares están interesados en este hito.También cree que las revistas científicas tienen buena salud, “al fin y al cabo, son el medio por el que nos comunicamos los científicos nuestros resultados. Eso sí, en estos días viven un momento de transición. Nos encontramos ante dos grandes revoluciones en el mudo editorial. Por una parte, cada vez se publica más on line, con lo que ya no necesitamos cumplir con la rutina semanal de ir a la biblioteca, coger un volumen de la revista y fotocopiar el artículo. Ahora lo vemos desde nuestro ordenador y nos bajamos el PDF en cuestión. La extensión de los documentos en formato PDF ha cambiado la forma de leer y citar ciencia. Ha habido un antes y un después. La segunda revolución del mundo editorial viene dada por las revistas abiertas, es decir, publicaciones que no requieren una suscripción frente a revistas tradicionales que viven de las suscripciones individuales e institucionales. PloS (Public Library of Science) está revolucionando la forma de publicar ciencia. Esto ha obligado a muchas revistas a cambiar su estrategia para no perder impacto.”
Formato abierto
“Es el caso de PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences de los EEUU), que se ha adaptado ofreciendo a los autores la opción de publicar su artículo en formato abierto previo pago. Estos artículos se citan más que sus equivalentes cerrados porque mucha gente, en especial de países del Tercer Mundo, pueden bajárselos.”Habla también de que no se puede entender la ciencia de los últimos años sin revistas como Science o Nature. “Es en estas revistas donde se publican los grandes avances que se incorporan al acervo cultural y a los libros de texto. Hablábamos del artículo de Craig Venter. A parte de este hito, piénsese por ejemplo en el hallazgo de la estructura en doble hélice del ADN, en el descubrimiento de la relación entre el Virus de Inmodeficiencia Adquirida y el Sida, o en el artículo relacionando la extinción de los dinosaurios con el impacto de un cuerpo extraterreste. Se trata sólo de tres ejemplos de hitos del siglo XX, publicados el primero en Nature y los otros en Science. Cambiaron la historia de la humanidad. Por supuesto, esto no implica que otras revistas más especializadas no sean importantes.”
Matemáticas para conservar la biodiversidad
El científico húngaro Paul Erdös decía que un matemático es una máquina que transforma café en teoremas. Y la definición cuadra con la personalidad de Jordi Bascompte. Por su edad y carácter Bascompte parece apasionado por su labor de ’editor'. También por su trabajo en la Estación Biológica de Doñana, dedicado a la ‘arquitectura de la biodiversidad'. Pero además en él se unifican diversos sectores del conocimiento, en un intento de superar la especialización científica y aunar fuerzas con un objetivo común. “Las matemáticas, por ejemplo, permiten vaticinar los cambios radicales de todos los sistemas complejos. Esto significa que con las matemáticas se puede establecer cuándo un sistema complejo se va a transformar como consecuencia de las perturbaciones que le afectan, ya sea dicho sistema un sistema fisiológico, una colonia de hormigas, la economía del mundo o el planeta Tierra.” En palabras de Bascompte, “lo que las matemáticas nos dicen del planeta Tierra es que estamos cerca de ‘una transición de fase’ que se ve venir, por ejemplo, en el clima.”La acción humana en entornos ecológicos como Doñana“en términos genéricos, la acción humana a escala planetaria está afectando a todos los ecosistemas de la Tierra. A través del cambio climático, la destrucción de los hábitats, el incremento de CO2 y demás mecanismos de cambio global, las especies ven afectadas sus abundancias, fisiologías y rangos de distribución. Hoy sabemos que el cambio global afecta todavía en mayor medida a las interacciones entre especies. No sólo se trata de vivir en un mundo más simple y aburrido, se trata de la pérdida de calidad de vida que sufriremos como especie.”
El científico ante esta encrucijada
“un ejemplo: el científico demuestra mediante su trabajo una relación inequívoca entre la acción humana y el incremento de gases invernaderos en la atmósfera. Estas evidencias son incontestables y deben servir para proporcionar argumentos de peso para una mejor gestión de la naturaleza. En países con una tradición científica todavía pobre, como España, el flujo de información entre el científico y el público es aún muy tenue. Cambiar esto es responsabilidad de todos.”
Fuentes:
- Biology and mathematics / Jordi Bascompte
- PNAS: Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (2008) [en línea]. Una Revista Diversa y Extensa de Investigación Multidisciplinaria. Disponible en: <http://www.pnas.org/site/misc/2008%20PNAS%20Brochure%20Spanish.pdf>