El diario El mundo ha publicado un artículo sobre Jim Simons, el matemático que abandonó la investigación hace 20 años para dedicarse a las inversiones bursátiles. Hoy día su fortuna se estima en casi 8.000 millones de euros gracias al éxito de su empresa Renaissance Technologies, fundada en 1982 y en la que tyrabajan programadores, físicos y matemáticos. El éxito de la empresa estriba en haber usado modelos matemáticos complejos para analizar y ejecutar la operaciones, utilizando además modelos informatizados para predecir los cambios de precios y conseguir altos beneficios con facilidad empleando los instrumentos financieros disponibles.
Manuel de León en Matemáticas y sus fronteras amplia la información de este personaje ejemplar:
El ejemplo de Simons sirve también para resaltar que no son los modelos matemáticos los causantes de la actual crisis económica (como a veces hemos escuchado o leído en algunos foros), sino su mal uso y a veces el desconocimiento de sus fundamentos matemáticos.
La vida personal de Simons ha conocido varios episodios tristes. Uno de sus hijos, Paul, murió en accidente de tráfico, atropellado cerca de su casa cuando iba en bicicleta; otro, Nick, se ahogó en Bali (Indonesia). En memoria de su hijo Paul, que tuvo con su primera esposa, Barbara Simons, creó Avalon Park, una reserva natural en Stony Brook, Nueva York. En memoria de Nick, que había trabajado en Nepal, creó el Instituto Nick Simons, que contribuye a mejorar la asistencia sanitaria de Nepal. Son también conocidas sus donaciones para la investigación del autismo, que padece su hija Audrey.
Simons es un mecenas y miembro del Brookhaven National Laboratory, del Instituto de Estudios Avanzados (Institute for Advanced Study), Rockefeller University, y del Mathematical Sciences Research Institute (MSRI) de Berkeley. En 2008, donó 60 millones de dólares para fundar el Simons Center for Geometry and Physics en Stony Brook.
Fuentes: