El mal uso del modelo Black-Scholes propició una coartada matemática para la creación de inmensos mercados financieros globales que finalmente estallaron. El matemático británico Ian Stewart explica a 'LaVanguardia.com' las bondades y los peligros de esta fórmula.
"La ecuación Black-Scholes abrió la puerta a un nuevo mundo de cada vez más complejas inversiones y propició la llegada de un mercado financiero global de proporciones mastodónticas. Todo iba de maravilla hasta que las hipotecas sub-prime aparecieron en escena y dieron por terminada la función. A partir de entonces, aquella fictícia realidad se tornó en un agujero negro de dinero inexistente, en un batacazo bancario global colosal y en una profunda crisis de la que todavía hoy se escuchan los ecos.".
Lo cierto es que sus propios creadores, Scholes y Merton (Black murió años antes)- que compartieron el Premio Nobel de Economía en 1997 por dicha fórmula-, en 1994 habían decidido crear un fondo de inversión que al principio arrojaba grandes beneficios, pero en 1998 se derrumbó y las pérdidas ascendieron a más de 4.600 millones de dólares en menos de cuatro meses.
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