En apenas dos años los denominados MOOC (Massive Online Open Course), es decir, los cursos abiertos masivos en línea están alcanzando un éxito considerable, han abierto un interesante debate sobre el futuro de la Universidad. En principio es posible acceder a un curso sumamente especializado e impartido por profesores de alto nivel que trabajan en las mejores universidades del mundo de forma remota y participando a través de unas plataformas que permiten una enseñanza mucho más rica. Así, MOOC puede suministrar junto a la palabra del profesor multitud de herramientas gráficas. Es decir, se puede acceder a vídeos, fotografías, a un conjunto de referencias bibliográficas en las cuales se tiene acceso directo a la obra en sí misma, y todo ello ensamblado de una manera atractiva como si se estuviera contemplando un documental de televisión pero de gran calidad y de alto nivel científico.
Las primeras evaluaciones de este sistema estan probando que al menos un cierto número de alumnos que se inscriben en estos cursos masivos abiertos y gratuitos los siguen completamente y llegan a adquirir la suficiente destreza para superar las pruebas que les plantea la Universidad. Las plataformas que se están creando por parte de alguna de las universidades más prestigiosas (entre ellas el MIT, Harvard, Berkeley...) como podría ser EDX , Coursera, se caracterizan por la posibilidad de mostrar como ya se ha dicho antes imágenes y gráficos, experimentos de primera categoría y desde luego de un enorme poder docente. En cualquier caso y aplicando una metodología científica poco a poco se irá viendo hasta qué punto estos nuevos sistemas de acceso al conocimiento universitario son verdaderamente eficaces.