¡Encuéntrate con Esther Ferrer si te pasas por Vitoria esta Navidad! Estará en Artium hasta el 8 de enero. En nuestra biblioteca tienes ya el catálogo de la exposición.

"Se han empeñado en que hay que "comprender", entre comillas, la obra de arte. Yo soy muy contemplativa, creo que la contemplación es una cosa maravillosa. [...] Esa necesidad de tener que explicarlo todo... ¡dejad a la gente que comprenda lo que quiera! Si te preguntan y tú quieres decírselo, se lo dices,  pero, claro, como hay que entenderlo todo hay una cantidad de intermediarios para explicar lo que es la performance, lo que no es la performance... olvidan  que hay tantas definiciones de performance como gente que la hace, y que todas son buenas, aunque no estés de acuerdo. El pensamiento único no sólo afecta a la política, sino también al arte, desgraciadamente.
[...] En arte, para verlo, contemplarlo, me interesa todo y de todas las épocas. Desde el artista que pinta flores hasta el conceptual-conceptual, que hace así un gesto con la mano y esa es la obra final. Me gusta pasearme por el arte como me paseo por las ciudades que no conozco o que quiero conocer.  Salgo y paseo, voy a derecha, a izquierda, veo esto, lo otro, si me interesa este edificio, este museo, entro, si no, no, y sigo caminando. Es así como me interesa el arte, como un no man's land que puedes recorrer como quieras, por donde quieras, donde te apetece te paras porque te interesa y sigues si no te interesa. Decir que es como una aventura me parece un poco pretencioso, pero en cierta medida, sí lo es.
[...] ¿Qué es el infinito? Esa es la cuestión. Si trato este tema en mi trabajo, es precisamente para saber algo, para ver si puedo encontrar una respuesta.
[...] Pienso que si hago lo que hago es para intentar comprender, y quizá también para poder aislarme, crearme un espacio de silencio, "alejarme del mundanal ruido", es un poco como crear el vacío alrededor mío.
[...] Luego, claro, sales "al mundo" y ves lo que ves, que no te gusta, los dramas de la emigración, el sexismo, el paro y tantas otras injusticias y reacciones. Pero reaccionas porque no puedes no hacerlo, porque lo que ves no te gusta.[...] Sí, es una manera de gritar, y no me preocupa si es "arte" o no, "comprometido" o no, me da igual.
[...] Mi cuerpo, en el caso de la acción, es un poco como una herramienta de trabajo, un útil, un objeto que yo puedo manipular, hasta cierto punto, claro.
(Esther Ferrer. En cuatro movimientos. Vitoria: Fundación Artium, 2011, pp. 23 y ss.)