"El gran artista ha de aspirar a cambiar el mundo. Dejando de lado su actividad social o política, como puede tenerlas un ciudadano cualquiera, como un ideal normal de justicia, hay también unas razones "artísticas" que se desprenden de su obra, que están clamando por un mundo distinto. No como "arte político" o "panfletario", sino porque todo gran artista aspira a desvelarnos la auténtica naturaleza de las cosas, el auténtico funcionamiento de la realidad, en la que se incluye la realidad social. [...] Todo el mundo lleva en sí mismo la posibilidad de conocimiento de la realidad. El artista no hace más que ayudar a despertarla en todos los que la tenemos adormecida."
(Tàpies, Antoni. El arte contra la estética. Barcelona: Ariel, 1978, p. 214-215)

Si quieres conocer el pensamiento de Tàpies... ven a la Biblioteca:

• Tàpies, Antoni. La práctica del arte. Barcelona: Ariel, 1973
• Fernández-Braso, Miguel. Conversaciones con Tàpies. Madrid: Rayuela, 1981
• Tàpies, Antoni. La realidad como arte : por un arte moderno y progresista. Murcia, 1989
• Tàpies, Antoni y Valente, José  Ángel. Comunicación sobre el muro. Madrid: Ediciones de la Rosa Cúbica, 1998.
• Tàpies, Antoni. Valor del arte. Madrid: Ave del Paraíso, 2001
• Tàpies, Antoni. En blanco y negro, 1955-2003. Madrid: Galaxia Gutenberg, 2008
• Tàpies, Antoni. Obra escrita moderna. Volumen I, Memoria personal: fragmento para una autobiografía.    Barcelona: Fundació Tàpies, 2010

"Es sabido que el mundo de las ideas digeridas, de los divulgadores superficiales y hasta de los snobs puede tener su importancia y aun muestra tener a veces un olfato fino. Es como una especie de caldo que, según dicen, puede favorecer la sensibilización de la gente. Y creemos que es verdad cuando se mantiene en sus justas proporciones, sin las sobrevaloraciones que suele hacer la cortedad, por más cauciones que le quieran dar las cátedras. Yerran, en cambio, quienes consciente o inconscientemente actúan bajo la obsesión de este mundanal ruido de estar siempre al día en cosas no esenciales. Los que convierten el afán de documentación y de información en una especie de carrera competitiva de puro adorno y lucimiento, cuando no ocultan un prurito de "prestigio" para la comercialización más burda. [...] Es como si no vivieran. Ocupados frívolamente en lo que hacen, en el fondo, otros, ignoran sus motivaciones profundas, los grandes combates. No son nunca protagonistas de nada realmente original."
(Ibíd., p. 110)

Y hay mucho, mucho más de Antoni Tàpies...