Estas palabras pretenden servir para recordar y testimoniar el afecto y el respecto por una persona entrañable y caballerosa que nos ha dejado ayer por la tarde, tras una vida intensa dedicada a la medicina, a su estudio y a su docencia, nuestro decano honorario y decano electo durante una etapa decisiva para los estudios de medicina, Ángel Nogales Espert (5 de marzo de 1941-12 de septiembre de 2012); una persona buena en el buen sentido de la palabra.
La muerte o su posibilidad siempre nos llegan como una sorpresa, como si diésemos por supuesto que somos inmortales y que morir sólo se trata de una opción."La mayoría de las personas tienen miedo a la muerte porque no han hecho nada de su vida." El Profesor Nogales dejo una vida repleta de cosas hechas, hizo mucho y bien, y quizá por eso encaró la muerte con tranquilidad y valentía, sin miedo, con aplomo de médico que sabe de padecimientos y los afronta con serenidad.
Un profesor de medicina escribió "no creo que puedas ser médico y no verte reflejado en la enfermedad de tu paciente". Esta actitud firme y sosegada fue la que le caracterizó a lo largo de toda su vida académica y profesional, y la que le llevo a despedirse personalmente, unos días antes de su fallecimiento, de todos sus conocidos y compañeros del hospital.
Ángel Nogales, hombre de fuertes convicciones, hizo mucho por la Facultad y por su Hospital, el 12 de Octubre, por los estudiantes, por el personal de administración y servicios, por cuantos conoció y trató. Su etapa como decano fue decisiva en la modernización de la enseñanza de la medicina, a la que llevó hacia un estado de excelencia internacional. La reforma de los estudios del grado/máster de medicina en la Universidad Complutense ha sido ejemplar y sirve de modelo para la planificación y programación académica de otras facultades de medicina españolas.
Con tesón, proyectó y dió un nuevo impulso a la Facultad. Tuvo sentido de la anticipación y vió la modernización de todos sus servicios. La biblioteca se relanzó como servicio y se dotaron medios económicos y materiales, que ahora la prestigian. Mejoró dentro de las posibilidades existentes todo lo que pudo y nos deja un recuerdo intenso y una sensación de profundo agradecimiento. Querido decano, querido Ángel, querido amigo, descansa en paz.