En las últimas décadas, universidades y centros de diversos países europeos se ha introducido el servicio de escritura para académicos.  Parece que cada vez son más los investigadores dispuestos a delegar la tarea de escribir los resultados de sus investigaciones a escritores y editores profesionales. Las dos razones principales son: el tiempo que se consume en esta tarea y la presión por publicar.

Los centros europeos de escritura académica se han unido en la Asociación Europea de Centros de Ayuda a la redacción que fue fundada en 1998 y la Asociación Europea para la Enseñanza de Escritura Académica.  En EE.UU. estos servicios funcionan desde los años 70, pero en Europa ha sido necesaria una adaptación por la diferencia del sistema educativo universitario americano.

Durante la carrera de un científico es parte esencial la escritura, de hecho “algunas de estas instituciones están muy comprometidas en la didáctica de la universidad con el fin de permitir que los científicos integren un intensivo de escritura en sus cursos para que los estudiantes sepan cómo organizar el proceso de la escritura, cómo argumentar lógicamente y así sucesivamente", explica Melanie Brinkschulte (Göttingen, Alemania). Así como talleres para estudiantes de doctorado para aprender a escribir disertaciones o artículos en publicaciones.

El Reino Unido ha sido uno de los primeros en la prestación de servicios de la escritura académica. En Alemania, Austria, Suiza, Suecia, Francia y en Europa del Sur y del Este también hay iniciativas que enseñan inglés académico, muy útil para estudiantes que no son nativos.

Brinkschulte piensa que las personas son más conscientes de que estas habilidades se pueden aprender: "La gente en diferentes países europeos está empezando a darse cuenta, en estos días, que la escritura no es un talento por sí solo, sino algo que se puede aprender, como la ciencia misma y que es normal “reñir” con el proceso de escritura. Es una buena noticia. "

Hay que señalar que el apoyo para escribir un artículo académico es algo inherente a “hacer ciencia”,  no se trata de la externalización de este trabajo.

Fuente: Traducido y adaptado de  euroscientist