La revista Journal of Molecular Biology ha publicado un artículo en el que los autores son jugadores no expertos en bioquímica de un videojuego llamado “EteRNa”.

La historia viene de lejos, en 2014 se publicó un artículo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences con 37.000 co-autores. El estudio buscaba ver quién era capaz de realizar un diseño mejor de secuencias de ARN plegado en formas particulares, los humanos o los algoritmos automatizados. En aquel momento, se llegó a la conclusión que los jugadores eran mejores y, además, con su ayuda se mejoraron los algoritmos.

El juego nació en 2011 de la mano de Adrien Treuille y Rhiju Das, científicos que llevaron a cabo el estudio, y que han seguido mejorándolo hasta convertirlo en un laboratorio automatizado mundial. En esta segunda investigación, tanto los humanos como los algoritmos han tenido dificultades para resolver los problemas de diseño de ARN, aunque, como en el estudio anterior, los humanos han vuelto a ganar a los algoritmos, pues fueron capaces de realizar los puzles más difíciles que los algoritmos dejaron sin resolver.

La importancia de mejorar estos modelos computacionales de diseño de ARN radica en que la comprensión de cómo se pliegan las moléculas de ARN es fundamental para desarrollar nuevos antibióticos, vacunas y tratamientos de enfermedades contra el cáncer y transtornos neurológicos.

Referencias bibliográficas:

• Jeff Anderson-Lee et al. “Principles for Predicting RNA Secondary Structure Design Difficulty”, 2016, doi: 10.1016/j.jmb.2015.11.013
• Lee, Jeehyung et al. “RNA design rules from a massive open laboratory”, PNAS, 2016, vol. 111, doi: 10.1073/pnas.1313039111