En cuatro años se han recaudado millones de euros para financiar proyectos medianos y pequeños de energías renovables. Y todavía hay un potencial para desarrollar el “crowdfunding" para este tipo de energías.
Hoy en día el micromecenazgo para la energía renovable es una forma de financiar proyectos de paneles solares o turbinas eólicas. Para algunas personas, como Andrew Yakub, fundador de una empresa solar, es una forma de salvar el planeta. Ya existe una gran conferencia anual dedicada al sector y una asociación europea que agrupa a las plataformas que participan en la energía renovable.
En marzo de 2016, cuando se publicó una de las pocas investigaciones en este campo, había 29 plataformas activas en todo el mundo y 13 en proyecto. Chiara Candelise, la autora, es investigadora de la Universidad de Bocconi y el London Imperial College, además de cofundadora de la plataforma Ecomill, el primer proyecto energético de este estilo autorizado en Italia, aunque todavía no está en funcionamiento.
El estudio ha encontrado que la mayoría de las plataformas activas (8) están en EE. UU., seguidas por Alemania (6), el Reino Unido (5) y los Países Bajos (4). Los grupos británicos han sido los más activos hasta el momento. “Abundance”, por ejemplo, mueve 17.7 millones de libras a través de 17 proyectos, de los cuales 1,47 millones revierten en los inversores. Esta plataforma está integrada en el proyecto europeo CrowdFundRES, cuyo objetivo es liberar el potencial de crowdfunding para financiar proyectos de energía renovable.
“El crowdfunding puede ser una opción de financiación competitiva para muchos proyectos de energía renovable, pero también para llenar un vacío en el mercado para proyectos de pequeño y mediano tamaño, que tienen dificultades para conseguir financiación a través de las fuentes tradicionales, como los bancos”, explica Tom Harwood, Director de Operaciones de Inversiones en Abundance. Además, este tipo de financiación conecta directamente a la gente con los proyectos, lo que aumenta su apoyo.
Aún queda mucho por hacer ya que, por un lado hay que asegurar que el proyecto es adecuado para la inversión que se va a realizar antes de abrirlo al público, y, por otro, habrá que ampliar el número de inversores interesados en este tipo de energía. Aunque los inversores encuentran el sector atractivo por las tasas de interés bajas en toda Europa, por el deseo de apoyar la energía renovable y las causas ambientales y el interés en nuevas opciones de financiación alternativa.
“Después de un buen comienzo”, explica Candelise, “hay obstáculos que impiden que el crowdfunding de energía avance. Hasta ahora los proyectos financiados son principalmente los de tamaño mediano-pequeño y en energía eólica y solar. Ahora el reto es financiar la eficiencia energética, según lo solicitado por la Unión Europea. “pues la modernización de edificios son más estructurados y requieren más experiencia”.
También hay que añadir el desafío en los cambios de las políticas públicas para la energía renovable.
Fuente: CORDIS