Valiéndose de un innovador material, un equipo de científicos ha confeccionado una mascarilla y una capucha que pueden interceptar de manera selectiva gases nocivos y malos olores.
Esas prendas están hechas de un tejido que incluye fibras de celulosa y moléculas de MOFs.
Los MOFs se podrían describir como armazones organometálicos a modo de andamios hechos de varas unidas, una estructura que aumenta al máximo el área de la superficie.
Los MOFs han sido descritos también como esponjas de cristal, y tienen poros o aberturas nanométricas en las que es posible almacenar gases que son normalmente difíciles de mantener retenidos.
Es posible fabricar MOFs que sean muy porosos, para así aumentar su capacidad de almacenamiento. Un gramo de MOF puede llegar a tener nada menos que el área de la superficie de un campo de fútbol.
Jennifer Keane, Juan Hinestroza y Marcia Da Silva Pinto han confeccionado la capucha y la mascarilla protectoras en la Universidad de Cornell, con la ayuda de químicos del grupo del profesor Omar Yaghi de la Universidad de California en Los Ángeles.
Yaghi es uno de los pioneros mundiales de la química de los MOFs.
Fuente: solociencia.com
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