Una canción infantil dice: Dónde están las llaves, matarile, rile, rile / Dónde están las llaves, matarile, rile, ron chimpón / En el fondo del mar...Si tenemos en cuenta la noticia publicada en El País, en el fondo del mar ya no sólo están las llaves, también podemos encontrar unos elementos químicos conocidos como lantánidos o lantanoides.
Cuando se descubrieron allá por el siglo XVIII eran considerados simplemente exóticos y raros - de ahí que se les conozcan comúnmente por tierras raras-; sin embargo, en la actualidad, tienen aplicación en la electrónica y energías renovables, además de otros usos.
Ante la demanda de estos elementos, surge la necesidad de encontrar lugares donde poder extraer estas tierras. Un equipo de investigadores japoneses ha analizado los sedimentos marinos de 78 lugares del Pacífico, la mayoría en aguas internacionales, y han encontrado una alta concentración de minerales de tierras raras. Sin embargo, están a gran profundidad -entre 3.000 y 6.000 metros. A pesar de ello, los investigadores son optimistas, Yasuhiro Kato, Universidad de Tokio, explica ""mostramos que las tierras raras y el itrio se pueden recuperar fácilmente del lodo con ácido y creemos que el lodo del fondo marino constituye un enorme y muy prometedor recurso de estos elementos".
Aunque los lantánidos son abundantes en la Tierra, son difíciles de extraer de los minerales que los contienen. No sólo por la profundidad a la que se encuentran sino porque se acumulan alrededor de las chimeneas termales del fondo del mar. De las 2.000 muestras recogidas, se han hallado grandes concentraciones en casi todas ellas.
La minería de los fondos marinos en aguas internacionales es una actividad naciente, regulada por un organismo internacional (International Seabed Authority), cuyo coste se prevé muy alto pese a los avances tecnológicos. Este año se ha puesto en marcha la primera explotación comercial minera en el fondo marino - yacimientos de oros y cobre a 1.600 metros de profundidad-, en aguas de Papúa-Nueva Guinea, cuyo Gobierno ha dado una concesión por 20 años a la firma Nautilus Minerals, de Canadá. Esta minería genera preocupación por su impacto ambiental.
Fuentes: El País, Revista minera de Venezuela