Un análisis de alta precisión realizado por investigadores de la Universidad de Bristol (Inglaterra) sobre algunas de las muestras de rocas más antiguas de la Tierra ha descubierto claras evidencias de que las reservas accesibles del planeta de metales preciosos, como el oro y el platino, son el resultado de un violento bombardeo de meteoritos, ocurrido hace unos 3.900 millones de años, unos 200 millones de años después de que la Tierra se formara. Los resultados fueron publicados en la revista Nature.
Durante la formación de la Tierra, el hierro fundido se hundió hacia el centro para formar el núcleo terrestre. En el proceso, se llevó consigo la gran mayoría de los metales preciosos del planeta, como el oro y el platino. De acuerdo con esta teoría, mayoría del oro se habría ido al núcleo, dejando carente la parte externa de estos metales preciosos. Entonces, ¿Por qué estos metales preciosos son decenas de miles de veces más abundantes en la corteza de silicatos de la Tierra de lo que pudiera esperarse?. La existencia de estos metales preciosos se podría justificar por una lluvia de meteoritos caída sobre la tierra en una etapa posterior a la formación del núcleo.
Para explicar esta teoría, los investigadores Matthias Willbold y Tim Elliott analizaron rocas de Groenlandia de casi 4.000 millones de años. Se eligió el tungsteno para medir su composición isotópica, metal que al igual que el oro y el platino, debería haberse alojado en el núcleo de la tierra. Los resultados mostraron una disminución de 13 partes por millón en las tasas de tungsteno entre las rocas de Groenlandia y la actuales. Lo que confirmaría la teoría de los meteoritos.
Referencia bibliográfica:
Matthias Willbold, Tim Elliott1 and Stephen Moorbath, The tungsten isotopic composition of the Earth's mantle before the terminal bombardment, 2011, vol 477, pages 195-198, doi:10.1038/nature10399
FUENTE: ABC.es