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De química, amor y cerebro

14 de Febrero de 2012 a las 20:27 h

De química, amor y cerebro

Algunas de las sustancias químicas que aparecen en el proceso amoroso son la noradrenalina, la dopamina, la oxitocina y la vasopresina. Estas sustancias generan un estado agradable cuando el cerebro las libera en doce zonas. Las dos primeras funcionan en las zonas de la corteza cerebral asociadas con el análisis de la información que recibimos del exterior, principalmente, auditivio y visual. La noradrenalina intensifica el sentido del oído de la persona enamorada, mientras que la dopamina distorsiona la percepción visual, por eso decimos que "¿qué el amor es ciego?".

Incluso la infidelidad está causada por una mutación en un cierto gen vinculado con un receptor de dopamina, aunque no todos los que tienen este gen presenta este comportamiento. Por tanto, no disculpa a los infieles.

La oxitocina, hormona relacionada con el parto y la estimulación en la producción de leche, es también responsable de reforzar los vínculos afectivos entre las personas, las parejas y los padres e hijos... En 2005, el biólogo Paul Zak, concluía en un artículo publicado en Nature, concluía que "la oxitocina es el pegamento de la sociedad, tan simple y tan profundo".

Todas estas sustancias son producidas por el cerebro que las libera en distintas áreas, por este motivo, los científicos creen el cerebro es el responsable de los sentimientos y pensamientos. Larry Young, de la Universidad de Emory, Atlanta, reconoce en un artículo en Nature que "El amor y otras manifestaciones del comportamiento humano son fruto de la actividad cerebral, y el cerebro funciona a través de sustancias químicas y actividad eléctrica".

Hasta cuando sufrimos un desamor, el cerebro juega su papel pues se activan las mismas áreas del dolor, que se manifiestan cuando tenemos un dolor físico.

Desde el punto de vista antropológico, Helen Fisher, Universidad de Rutgers (EE.UU.), distingue cuatro cuatro personalidades biológicas en función de las sustancias químicas,  que determinan por qué unas personas se sienten atraídas por otras, lo que comúnmente llamamos "química entre parejas".

  1. Las personas con altos niveles de dopamina son creativas, curiosas, arriesgadas, energéticas, espontáneas y flexibles.
  2. Las que poseen mucha serotonina, se caracterizan por la sociabilidad, son ordenadas, tranquilas, meticulosas, prudentes, tradicionales, siguen las reglas y respetan la autoridad.
  3. Las que poseen abundantes cantidades de testosterona, son directas, decisivas, tercas, analíticas, escépticas y buenas con los números.
  4. Las que acumulan más estrógeno, son idealistas, emotivas, intuitivas, dulces, fáciles de tratar y buenas en la comunicación con los demás.

Mientras que en los dos primeros casos, la atracción se produce entre sujetos con la misma personalidad. En los dos últimos casos, aquellos que tienen mucha testosterona buscan a los que tienen mucho estrógeno y viceversa.

A pesar de las evidencias científicas, los humanos nos resistimos a pensar que en amor sólo  interviene la ciencia, como afirma Marcos Durán, en un artículo para el periódico La vanguardia, "el amor dista mucho de ser una ciencia exacta pues no se ha logrado responder si los humanos producimos oxitocina como consecuencia del amor o si al contario, amamos sólo porque tenemos oxitocina". 

 Fuente: BBC Mundo, actualidadrt, revistafusion

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