La arqueología y la química serán el complemento perfecto en un estudio sobre los íberos que tratará de conocer los hábitos de este pueblo:  su alimentación, sus prácticas ganaderas y los usos medicinales o rituales dados a algunos alimentos y productos. El proyecto está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y las  instituciones que formarán el equipo multidisciplinar son el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI) y el  Departamento de Química Física y Analítica de la UJA y de la Universidad de Gante.

La investigación, con una duración de tres años, se centrará, por un lado, en el análisis de los pigmentos y materias primas utilizadas en las decoraciones de materiales cerámicos y no cerámicos; y, por otro, en las sustancias o residuos que contengan estos recipientes usados por los íberos. Se utilizarán técnicas de análisis químico necesarias para recabar información útil para los arqueólogos.  La  integración de los dos equipos supone "un avance... lo que permitirá una mejor interpretación histórica de los resultados", explica Alberto Sánchez Vizcaíno, investigador principal del proyecto.

Según el tipo de restos que se encuentren en los materiales cerámicos se podrán deducir las costumbres de este pueblo. Tienen suma importancia porque dependiendo de si las grasas son animales, habrá que investigar "si proceden de rumiantes o no", y seguir tirando del hilo e " identificar si eran parte de la dieta, contrastarlo con los huesos hallados en los yacimientos y determinar si consumían animales que tenían en su entorno o traían de fuera. Esto nos permitirá conocer más aspectos de la dieta de los íberos", explica Alberto Sánchez

Si se encuentran residuos de vino, se podría establecer el consumo que hacían de éste y si se empleaba en "entornos aristocráticos" o, por el contrario, tenía un uso más "democrático". Y en cuanto a la cera, "sabremos si se empleaba como sellante interno de las vasijas o para uso medicinal o ritual", añade Sánchez.

EL proyecto cubrirá el período desde el Bronce Final-Orientalizante (siglo VII a. C.), hasta el siglo I a.C. con la configuración de la sociedad ibero-romana. Y los yacimientos objeto de estudio son: Puente Tablas, Los Turruñuelos-Baécula, Arroyovil, Piquía y Los Castillejos, todos ellos en la provincia de Jaén, y los de Tútugi, en Granada, y La Noria, en Málaga.

Fuente: UJA