Hoy es el Día Europeo de la Música, muchos centros han lo han celebrado con diversas actividades, por ejemplo, nuestra Biblioteca Histórica nos invita a hacer un recorrido por el precioso libro de Tomás Iriarte "La música: poema"; o la Biblioteca Nacional, desde la misma red social, ha compartido un enlace musical de Bach. Aunque parezca sorprendente, hemos encontrado una noticia que relaciona la química y la música.
Mezclemos a un compositor, ex matemático y que utiliza la informática para crear sus obras, unos investigadores químicos y sonidos, ¿qué tipo de compuesto puede surgir de esta mezcla?. La respuesta, una pieza músical titulada "First Life". Esta obra se estrenó el 4 de marzo de 2012 en el Schwartz Cetner for Performing Arts, Steve Everett, el compositor, creó un espectáculo multimedia basado en los orígenes de la vida. La parte científica estuvo representada por Martha Grover, ingeniera bioquímica, y David Lynn, bioquímico molecular.
Todo gracias al apoyo del Center for Chemical Evolution, centro financiado por la NASA y la National Sciencie Foundation, que tiene como objetivo responder a misteriosas preguntas relacionadas con el origen de la vida: ¿Cómo comenzó? ¿Qué moléculas de las distintas sustancias químicas de la Tierra -hace 3,5 millones de años- se ensamblaron para formar nuevos compuestos que dieron lugar a la vida?.
Según Everett las moléculas vibran al igual que lo hace el sonido y explica que "esa es la razón de que la música sea una forma ideal para crear metáforas para esta investigación".
Trabajando con Martha Grover y a través de un proceso conocido como "sonificación por ordenador", Everett convirtió en sonidos, los modelos de probabilidad para ciertos enlaces químicos - y la combinación que podría surgir de éstos bajo ciertas condiciones- creados por Grover. Una de las piezas de "First Life" se titula "Metano, amoníaco, hidrógeno, agua". Cada producto químico está representado por un sonido para después limitar estos sonidos, que surgen al azar, y convertirlos en escalas musicales que se convierten en piezas musicales intrepretadas por el Vega String Quartet.
A partir de esta representación, el Center for Chemical Evolution, propuso a Everett una nueva investigación. Contará con el equipo compuesto por Martha A. Grover y Nicholas V. Hud, que ya han publicado sobre estos temas (1). Everett considera que "la ciencia no intenta ser amable o divertida, más bien trata de responder cuestiones mediante la exploración de lo desconocido" y añade el deseo por "aprender más sobre la investigación en el Center for Chemical Evolution y por qué es tan importante".
Referencia bibliográfica:
Sara Imari Walker, Martha A. Grover, Nicholas V. Hud, Universal Sequence Replication, Reversible Polymerization and Early Functional Biopolymers: A Model for the Initiation of Prebiotic Sequence Evolution, PLoS One, 2012, 7(4): e34166. doi:10.1371/journal.pone.0034166.
Fuente: Emory