Ayer (29 de marzo de 2011) apareció un artículo en el diario Abc sobre Tabletas digitales. El profesor de nuestra Facultad Gabriel Albiac aporta en este artículo su punto de vista sobre el tema, con una alusión a una historia de E.T.A. Hoffmann sobre el bibliófilo que lo daría todo por tener a su alcance el libro mágico que contuviera cada uno de los libros soñados. Esto es para Albiac la Tableta digital: "La biblioteca universal en el tamaño de un cuaderno". Y no le falta razón. Para un estudioso, los Tablets pueden ser el universo, o la biblioteca universal. La posibilidad de tener al alcance de la mano todo el saber universal en un cuaderno, es uno de los sueños del ser humano inalcanzable hasta ahora. Pero para el bibliófilo del cuento de Hoffmann, no estoy tan segura de que le hubiera satisfecho plenamente este producto. Como dice Umberto Eco, en su artículo "Confesiones de un bibliófilo" (El cultural, 23-05-2001) la bibliofilia es el amor del objeto-libro, es desear poseer -o al menos disfrutar- el libro más bello que jamás haya sido impreso. Es el placer de pasar sus páginas, contemplar su historia, oler todo aquello que nos evoca. Es un amigo que nos acompaña toda la vida, y que dice mucho de nuestro mundo, nuestras pequeñas o grandes historias, nuestras pasiones y amores. (...)

¿Podrá una tableta digital sustituir todo eso?

Por lo pronto yo intentaré conseguir la que ofrecen en el periódico. Sus ventajas son indudables. Y no parece incompatible disfrutar del objeto deseado o amado y beneficiarse de todo el placer y conocimiento que nos aportan los objetos digitales.