En las bibliotecas siempre hemos sabido de digitalización y virtualización. No en vano, poco a poco, hemos conseguido que gran parte de nuestras colecciones se encuentren en formato digital, accesible desde cualquier punto y desde casi cualquier dispositivo.

Después, pensamos en ofrecer información de manera virtual y resolver, a distancia y de manera inmediata, las dudas de nuestros usuarios. Los bibliotecarios comenzamos a crear enormes páginas web con multitud de información, utilizamos servicios de atención vía  formularios, chats, WhatsApp y todo lo que se nos ocurrió -siempre hemos sido gente valiente-.

Y en una (pen)última fase, hemos comenzado a ofrecer, de manera digital, otro de nuestros servicios estrella: la formación. Así, hemos empezado a crear píldoras formativas a modo de vídeo para plataformas como YouTube e, incluso, hemos construido MOOC's para difundir nuestros conocimientos sobre distintas materias, ayudar a nuestros usuarios en el uso de diferentes herramientas, localizar información o dar a conocer nuestros servicios.

Sin embargo, en un momento en el que nos volcamos para ofrecer, de manera virtual y online, todos nuestros servicios, surgen cada vez más voces e iniciativas reivindicando la importancia de nuestros espacios físicos a través de movimientos maker como espacios de aprendizaje colaborativo, de interacción o simplemente modernas y cómodas áreas de trabajo a modo de coworking

Es en este contexto en el que, desde hace algunos meses, comenzamos a pensar en la manera de poder «virtualizar nuestros espacios» como primer paso para ponerlos en valor, mostrarnos de una manera más atractiva y permitir a nuestros usuarios pasear por ellos y disfrutarlos, al mismo tiempo que damos a conocer algunos de nuestros servicios, y, por qué no, incitar a que acudan a visitarnos aquellos que ni siquiera nos conocen aún físicamente.

Con la tecnología actual que tenemos a nuestro alcance, hemos optado por la fotografía 360º que, junto con la experiencia de unas sencillas gafas de realidad virtual -ya accesibles para cualquiera- y un smartphone con giroscopio -muchos de los modelos actuales ya lo tienen-, permite a nuestros usuarios, en especial, a los más jóvenes, sentirse como si estuviesen en nuestra biblioteca y acercarse a nosotros lúdica y atractivamente.

El resultado de este proceso es el tour virtual que hemos elaborado y cuyo resultado podéis ver desde aquí: https://biblioteca.ucm.es/enf/visita-virtual. Esperamos que lo disfrutéis ;)