En tiempo de recortes económicos prácticamente siempre los aspectos culturales son los más amenazados. Y entre ellos se encuentran las bibliotecas, muchas veces entendidas como una especie de cajón de sastre por las instituciones públicas.
Recientemente se ha hablado del cierre de centenares de bibliotecas en el Reino Unido, el año pasado los bibliotecarios italianos denunciaban la situación aprovechando el Congreso de la IFLA en Milán... También se han denunciado casos de censura como el del Norte de Italia.
Creemos conveniente enlazar aquí un texto (traducido) que leyó Philip Pullman durante un encuentro de apoyo a las bibliotecas públicas de Oxfordshire, con un título significativo: "Dejen las bibliotecas en paz. Ustedes no entienden lo que valen"
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