El pasado verano se jubiló nuestra compañera Pilar Martínez González que ha llevado la dirección de la biblioteca de la facultad de Filología durante muchos años y ayer, día 27 de octubre, tuvo lugar una comida homenaje en su honor.

La comida resultó muy bien y los regalos que le hicimos por parte de los compañeros de la BUC le gustaron muchísimo.

La directora de la Biblioteca, Ana Santos, le dirigió unas palabras en las que no sólo resaltó su faceta profesional, sino su calidad humana como persona.
Pilar, también, nos dirigió unas palabras llenas de emoción y de agradecimiento a todos.

En relación con la jubilación de Pilar quería escribir en el blog estas líneas.

Se está preparando para el mes de enero del próximo año un homenaje a Fernando Huarte Morton que fue director de la BUC durante años y falleció en enero pasado. Por ese motivo algunos de nosotros estamos consultando documentación de la BUC de los años 70 y 80. Años precisamente en los que Pilar se incorporó a la Biblioteca.

Esta consulta, además de traernos recuerdos maravillosos, aunque por supuesto ello no quiere decir que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, nos ha dejado de manifiesto un hecho importante: la BUC ha ido avanzando, desarrollándose y modernizándose, llegando a ocupar una posición avanzada dentro de los servicios de la Universidad. Y ¿por qué ha sido? Pues, simplemente, porque aquellos bibliotecarios de los años 70 y 80, como los de años anteriores y posteriores, se creían la Biblioteca y por ello hicieron todo los posible para que siguiera siempre hacia delante. 

Así ha trabajado Pilar Martínez, quien a pesar de dirigir una biblioteca, desde el punto de vista organizativo, muy compleja y difícil (algunos de nosotros nos mareábamos cuando nos contaba que había ido del A al B, pasando por el C, el D y el E; de Modernas a Eslavas, de Eslavas a Clásicas y de Clásicas a Hebreo…) como se creía su biblioteca, ésta ha sido posible y ha ido hacia adelante. 

Por eso, ahora a pesar de las dificultades motivadas por temas económicos (la deuda, escasez de personal, de presupuesto…) hay que ser positivos, pues la BUC es viable y va a seguir adelante, porque los bibliotecarios nos la creemos y seguiremos trabajando por este proyecto, tal y como Pilar Martínez hizo en los años en los que ha estado en la biblioteca.