Hace unos días José Antonio Merlo escribía una Nota ThinkEPI muy interesante sobre la búsqueda en Google, ese temible adversario de la labor bibliotecaria que nos hace innecesarios.

Su título es significativo: Rebelarse contra la relevancia: cómo encontrar lo que buscamos y no lo que Google cree que buscamos

La tesis es que los resultados de una búsqueda en Google cada vez están más influidos por el perfil que Google tiene de nosotros mismos: cuando navegamos dejamos trazos de nuestro paso y Google los utiliza para establecer la relevancia que la información puede tener para nosotros. Es decir, que si hacemos la misma búsqueda dos personas diferentes obtendremos resultados distintos.

"Los profesionales de la información deben ser expertos en recuperación de información, por lo que tienen que ser conscientes de que las lógicas de los buscadores han cambiado y de cómo ahora nuestras competencias pasan por conseguir identificar relevancia con pertinencia, no con preferencias. En definitiva, se trata de saber que, si empleamos Google, la forma de buscar debe ser diferente, más elaborada, porque distintos son ahora los resultados, menos objetivos."

 Y a continuación nos da 10 consejos sobre la búsqueda con Google (aplicable a cualquiera que utilice los mismos o similares criterios):

0. Busca de forma anónima
0. Utiliza la búsqueda avanzada
0. Usa operadores de precisión
0. Usa los fltros
0. Usa la búsqueda textual
0. Elimina la información personal
0. Elimina las preferencias de anuncios
0. Elimina el historial del navegador
0. Vacía la memoria caché
0. Diversifica los recursos de información

Añado una reflexión relacionada, tomada de @javiercelaya que la recoge en #TOCCON: Si no pagas en Internet te conviertes en producto.