Ayer fue un día extraño. Era el turno para nuestra sesión conjunta con la Sección de Alfabetización y Lectura, con un formato diferente al habitual.
Después, una sesión de formación para los responsables de las secciones (Officers Training) y por último una sesión conjunta de las secciones de Bibliotecas para Niños y Jóvenes Adultos y de Infraestructuras y Edificios. Entre ellas (y después) algunas cosas más, demasiadas en algunos momentos.

El día comenzó con el primer sobresalto convertido en olvido de la cámara en la caja fuerte, por lo que el testimonio visual quedaba eliminado.
45 minutos antes de que empiece la sesión nos encontramos con 6 mesas redondas (caben entre 8 y 10 personas) en una sala enorme y casi menos sillas que mesas (evidentemente es una exageración), cuando habíamos solicitado al menos 8 mesas.

Hablamos con los voluntarios, que ponen voluntad e interés pero tienen las manos atadas. No se podían traer sillas de salas vacías... al final parece que llegaron unas cuantas más; que no fueron suficientes. En algún momento llegué a contar (malamente por las columnas) al menos 180 personas, muchas sentadas en el suelo o de pie.

Se añadió que faltaban programas de la sesión y preguntas para discutir, porque una parte importante se había utilizado para hacer propaganda los días anteriores y normalmente los asistentes no llevan los folletos a la reunión. Además el día anterior era domingo de agosto en Italia (imprimir fuera era imposible) y el sistema para imprimir en el congreso es un tanto especial. Hay un Print Center que cuenta con una impresora más pequeña que la que tengo en casa y que escupe (literalmente) las hojas curvándolas y lanzándolas hacia la voluntaria, que no puede hacer otra cosa (por ejemplo, cargar más hojas o ayudar a sacar fotocopias) más que sostener las hojas que van saliendo cuando algún señorito (que además quiere impimir toda la web; aunque esto no es culpa de él) no se digna irlas recogiendo él. Daos cuenta que seremos unos 2.000 para una impresora en estas condiciones.
Tardé 45 minutos en no conseguir imprimir (porque no reconocía el USB, aunque me habían dicho que sí). Menos mal que descubrí que había fotocopiadora y conseguí imprimir las hojas que servían para apoyar la discusión (y de paso 25 copias del plan estratégico de la Sección).

Quiere esto decir que me perdí buena parte de nuestra sesión, que por lo demás seguía una dinámica muy buena: dos breves (de verdad, breves) presentaciones- discusión en grupo - otras dos breves presentaciones - discusión en grupo... Al menos se pueden ver los papers en la web (más fácil desde aquí).

El tema eran las nuevas alfabetizaciones del siglo XXI (ver 3 posts). Se habían presentado hasta 51 propuestas (31 sobre ALFIN, 12 sobre Alfabetización y Lectura y 8 que no estaban en inglés), de las que se escogieron 8. La mayor parte de los conferenciantes habían preparado unas posibles preguntas para discutir (precisamente de las que estuve intentando conseguir más ejemplares en el "print center"). En cada mesa había un facilitador (encargado de azuzar la discusión si decaía). Yo debía estar en la mesa 2 de las 8 que nunca hubo. Por eso me pasé a un corrillo que estaba en el suelo; pero como también se acercó mi -hasta ahora- chair no tuve que hacer gran cosa. Además ya se encargaban los del grupo (en el que se combinaban nativos digitales con otros más talluditos) de que no se apagara las discusión.

Sólo asistí a dos presentaciones y a una discusión, porque en el ínterin tuve que concertar una comida (para el miércoles ¡a las 12!), intentar buscar unas tijeras (asunto imposible) para poder hacer tarjetas informales sobre dónde y cuándo era el evento, discutir con el antiguo chair de la sección cuáles eran las pautas más convenientes a seguir en el segundo mitin de la SC y discutir en la secretaría de la IFLA la situación de una persona que había intentado ser miembro del Comité Permanente. El resultado, negativo; pero con la posibilidad de ser miembro correspondiente (por dos años y sin obligación de acudir a los Congresos: pensado para quienes no tienen muchos recursos). Parece que es la presidenta de ACRL. ¡Buena compañera de viaje!

La Officers Training Session conisitía en una reunión con los responsables de la organización que estaban abiertos a cualquier tipo de duda y daban explicaciones (al tiempo que entregaban información) sobre cómo había que solicitar una sesión o una reunión satélite, cuáles son los plazos de entrega para cada una de las actividades, cómo se realiza el reparto de fondos, qué hay que hacer para que los mejores papers se editen en papel, cómo hay que hacer el informe anual... Y también cómo es la nueva web, con ejemplos de alguna (Catalogación) y dónde se encuentra toda la documentación de la antigua. En fin... poco divertido pero muy práctico.

Tome después la decisión de ir a la sesión de (resumiendo) Bibliotecas Infantiles y de Edificios. Y qué pinta un bibliotecario de universidad allí. Pues muy sencillo: los que usen esas bibliotecas hoy, utilizarán (o no, depende también de lo que hagamos) las nuestras y lo que se diseñe para ellas también servirá para fijarnos en nuestros diseños. Y además, quería un poco de color, que en estas sesiones siempre lo hay. En las pantallas y en la sala.

Vi algunas presentaciones muy teóricas y después una interesante de un arquitecto mostrando la Pública de Jacksonville, otra más poética de un bibliotecario chileno y otra con imágenes de distintas bibliotecas del mundo por las que había pasado la conferenciante. Intentaré que Joaquín me pase alguna de las pocas fotografías que pudo tomar porque se acabó su batería.

A continuación (ya son las 6 de la tarde), paseo hasta Navigli (hora feliz= pagas más por la bebida y tienes buffet libre= cenamos) con varios bibliotecarios. A relajarnos un poco; pero no mucho, que también hablamos de proyectos (ya me han liado en alguno). Es otra de las cosas que tienen los congresos: las relaciones personales que se traducen en intercambios enriquecedores. Un ejemplo: en la sesión de Bibliotecas Infantiles y Juveniles le presenté a una responsable del Ministerio a la secretaria de la sección de este tipo de bibliotecas (argentina residente en París) y acabó resultando el encuentro fructífero para ambas partes.