'Cuidadores' es la vida real de un grupo de personas que tienen a su cargo enfermos de Alzheimer. Su director, Oskar Tejedor (Legazpi, 1968), ha querido llevarlos a primer plano y convertirlos en héroes de una larga y dura historia hacia ninguna parte y donde, en principio, no existe la palabra esperanza. El director de documentales como 'Txalaparta, el eco de un pueblo' y 'Cristóbal Balenciaga' quería sensibilizar a la sociedad y homenajear a los cuidadores. El filme se estrena este viernes.

Oskar Tejedor vivió la situación en la que se sumerge una persona que tiene a su cargo un enfermo de Alzheimer. Vio cómo su madre cuidaba de su marido. «Quería contar una historia mía pero al principio no pensaba que iba a tener tanta trascendencia». Comenzó grabando con una cámara la relación de sus padres, cuando su aita ya estaba ingresado en una residencia, «sin saber lo que quería, sólo buscando una perspectiva emocional a la tragedia que estábamos viviendo». Tras la muerte de su padre el deseo de trasmitir sus sentimientos fue creciendo. El realizador recuerda que fue como una especie de terapia. Lo que más le fascinó fueron «esas tardes de silencio, todos los días del año, cuando mi madre iba a ver a su marido. No había comunicación. Sí un día mi padre comía, la ama se sentía util. Los cuidadores tienen la sensación de que no hacen lo suficiente. Eso me dolía mucho porque son gente que lo dejan todo. Pasan a segundo plano. La sociedad todavía no está sensibilizada. Siempre se pregunta por el enfermo y se obvia al cuidador». 

Oskar Tejedor vivió la situación en la que se sumerge una persona que tiene a su cargo un enfermo de Alzheimer. Vio cómo su madre cuidaba de su marido. «Quería contar una historia mía pero al principio no pensaba que iba a tener tanta trascendencia». Comenzó grabando con una cámara la relación de sus padres, cuando su aita ya estaba ingresado en una residencia, «sin saber lo que quería, sólo buscando una perspectiva emocional a la tragedia que estábamos viviendo».

Tras la muerte de su padre el deseo de trasmitir sus sentimientos fue creciendo. El realizador recuerda que fue como una especie de terapia. Lo que más le fascinó fueron «esas tardes de silencio, todos los días del año, cuando mi madre iba a ver a su marido. No había comunicación. Sí un día mi padre comía, la ama se sentía util. Los cuidadores tienen la sensación de que no hacen lo suficiente. Eso me dolía mucho porque son gente que lo dejan todo. Pasan a segundo plano. La sociedad todavía no está sensibilizada. Siempre se pregunta por el enfermo y se obvia al cuidador».

Cuando decidió contar su historia lo primero que hizo fue buscar documentación. Contactó con la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Afagi) para ver qué actividades realizaban. Allí descubrió la existencia de los grupos de apoyo y fue cuando vio claro por dónde tenía que ir su película. Comenzó a escribir el guión y «curiosamente entre las páginas que redacté y el resultado final de 'Cuidadores' hay muy poca diferencia. Mis hipótesis estaban tan desarrolladas que casi se podían tocar».

El siguiente paso implicaba bastante complejidad: buscar el casting. «Quería un grupo heterogéneo, donde las relaciones con los enfermos fueran diversas porque no es la misma la que se tiene con una pareja o con un padre. Además, las personas con Alzheimer debían tener distintos grados para mostrar las diferentes fases que viven los cuidadores. No se está igual cuando hay que asumir la enfermedad a cuando, después de canalizar el problema, hay que tomar decisiones todo el rato».

Una vez formado el grupo, estuvo grabando a sus integrantes durante año y medio, para mostrar la evolución personal del cuidador. Desde el principio tuvo claro que no quería entrar de golpe en la vida de estas personas que sufrían. «Dejé que el grupo fluyera, que se encontraran a gusto, se conocieran y, sobre todo, que me conocieran a mí. Era muy importante que supieran quién era yo y qué pretendía. Enseguida asumieron el proyecto como propio. Si se iba a hablar de sus vidas lo mejor es que fueran ellos mismos los que explicaran su situación. Es gente que necesita comunicar y yo les daba la herramienta para que sacaran lo que tenían dentro. Me dejé llevar y recoger la esencia de cada uno».

A lo largo de todo el proceso siempre tuvo presente la premisa de que «no quería poner el dedo en la llaga y mostrar aspectos desagradables. El espectador es lo suficientemente inteligente para saber lo que pasa detrás. Sí quería retratar sus vidas de forma poética, sacar el lado positivo y verlos como los grandes héroes de esta historia. Ha sido muy fácil poner distintas texturas y colores a estos personajes porque les entendía perfectamente».

Su experiencia como realizador de documentales le llevó a optar por este género, pero «desde un punto de vista muy fílmico y poético; es un lenguaje de película. Incluso me han preguntado de dónde salían los actores. Busco hacer soñar como sucede con la ficción. He unido lo mejor del cine con lo mejor del documental.»

Una vez concluida la película, después de un largo proceso que comenzó hace más de cuatro años, 'Cuidadores' se presentó en la pasada Seminci de Valladolid donde ganó el tercer premio en la sección 'Tiempo de historia'. «Fue un importante reconocimiento, no sólo por lo que implica un galardón en un festival tan importante, sino por el respaldo que se daba a 'mis' cuidadores. Había conseguido lo que buscaba, sacarlos a la luz y convertirlos en héroes».

Fuente: Diariovasco.com