Los comienzos de la modernidad poética

Cuando hablamos de literatura y poesía moderna debemos fijar ciertos límites, es normal entrar en una dificultad cronológica por decirlo de algún modo, porque incluso ahora vivimos en la modernidad.

El término de modernismo es usado con distintas acepciones para aludir a periodos y estilos diversos, pero cuando nos referimos al arte o a la literatura moderna más que indicar un lapso temporal nos referimos a un cambio iniciador y estético más afín con la contemporaneidad que inicia con la Revolución francesa hasta nuestros días, y más específicamente desde finales del siglo XIX, y no a la llamada Edad Moderna que cronológicamente pertenece a los Siglos XV -XVIII.

La poesía  y la literatura moderna, aún vigente, propicia una transformación que se refleja en las nuevas  ideas y en el cambio de  actitud de escritores y poetas que permite un rompimiento con las ya agotadas fuerzas narrativas del modelo clásico y romántico, dirigiéndolas hacia una nueva mirada de lo actual, abriendo un nuevo panorama que se refleja en el modo revolucionario de concebir el mundo y las emociones.

Emerge con Charles Baudelaire a finales del siglo XIX, hasta ahora. El poeta escribe desde su más pura intimidad, y se enuncia desde la melancolía, con un lenguaje exquisito cargado de metáforas, sentimientos y fantasías.

Poetas modernos que cantan al amor

Haremos mención a algunos poetas y poemas de amor como estos, que han sido seleccionados sin seguir un orden cronológico o espacial, sino que atienden a los inicios de estas nuevas formas de nombrar y experimentar el amor.

El francés Charles Baudelaire, es el primer poeta moderno y su obra transita a través de la figura  de la mujer, pero no de la mujer inspiradora a la que adula, sino que canta al amor como desgarramiento, y el poeta es arrastrado a una corriente turbulenta e indomable pero cargada de belleza, poemas como L'Amour du mensonge (El amor engañoso) o Femmes Damnées (Mujeres Condenadas) en que a través de un excitante diálogo entre Delfina e Hipólita, Baudelaire evoca y condena al lesbianismo: Sombras locas, acudid al cabo de vuestros deseos; Jamás lograréis saciar vuestra furia, Y vuestro castigo nacerá de vuestros placeres.

También Verlaine llegó a publicar un libro sobre amores lésbicos, Femmes y otro acerca de amores masculinos; es sabida la historia Verlaine y Rimbaud poetas franceses simbolistas y malditos que agitan a la sociedad que aún no estaba lista para sus amoríos. Los Poemas Saturnianos de Verlaine Como la voz de un muerto que cantara desde el fondo de su fosa alude al amor con un tono satírico y funesto  a mujeres imaginadas e imposibles, algunos de estos poemas son Serenata, Mi sueño familiar, A una mujer, Grotesco, Pon tu frente sobre mi frente,  o Deseo que culmina con este verso que recuerda a la madre ¡Oh la mujer de amor mimoso y cálido,/ dulce, meditabunda y morena, jamás asombrada/ y que a veces os besa en la frente, como a un niño!

Arthur Rimbaud, también escribió poemas de amor cómo Sensación, Primera velada, Sueños para el invierno, Ofelia,  El corazón robado, Las Manos de Jeanne Marie, Mis pequeñas enamoradas, Sol y carne, entre muchos otros. Ya diría Rimbaud en Las cartas del vidente que debemos reinventar el amor y por lo tanto también la poesía. 

Otro poeta digno de ser nombrado es el nicaragüense Rubén Darío, heraldo de la poesía moderna en lengua española, que despierta el amor, el erotismo y el placer en sus versos, como en su poema Mía cargado de un manto de  sensualidad Tu sexo fundiste / con mi sexo fuerte/ fundiendo dos bronces. Destacan sus poemas a mujeres sin nombre (quizás para salvaguardar los pudores propios de la época) pues como el mismo ha manifestado en Canción de Otoño en Primavera: Plural ha sido la celeste historia de mi corazón.

No podemos dejar de nombrar a Walt Whitman, que es el poeta que ejerce más influencia en la modernidad estadounidense, en especial por su libro Hojas de Hierba cargado de alegría, libertad, amor, sexualidad, espíritu, naturaleza y progreso. Aunque  para la época el libro fue considerado como inmoral a causa de sus declaraciones en primera persona y su evidente carga de sexualidad.

Todos los poemas de Whitman  celebran a la vida y al amor elevándolo en una constante alabanza poética...No son la fisonomía sola ni solo el cerebro los motivos únicos de mi Musa, Yo digo que la Forma completa es la digna, Y canto a la mujer lo mismo que canto al Macho. La Vida inmensa en pasión, pulso, poder, La vida feliz, formada en la más libre acción, bajo el imperio de las leyes divinas Canto al hombre Moderno.