Richard Stallman impartió de nuevo una conferencia en la Facultad de Informática de la UCM, esta vez para hablarnos de por qué "el sistema de copyright se adapta mal a las redes informáticas, y solamente puede ser impuesto mediante severas medidas de fuerza" y cómo las corporaciones globales que se lucran con él, están presionando para imponer penalidades cada vez más injustas y para incrementar su poder en esta materia,...
...restringiendo al mismo tiempo el acceso del público a la tecnología", por lo que propone un cambio radical contra el copyright no sólo para el software sino también para el resto de obras científicas o de creación...
Stallman comenzó su exposición, como ya es habitual en sus conferencias, poniendo dos condiciones: la primera (atacando a Facebook porque para él es un instrumento de control), diciendo que si se le hacía alguna foto no se subiera a esta red social; la segunda, que si se grababa su conferencia se hiciera mediante software libre y se utilizara éste también para su reproducción. Tras esto, volvío a explicar su filosofía de las cuatro libertades básicas:
- libertad de usar el programa, con cualquier propósito (libertad 0).
- libertad de estudiar el funcionamiento del programa, y adaptarlo a sus necesidades (libertad 1). El acceso al código fuente es un prerrequisito para esto.
- libertad de distribuir copias para ayudar a los demás (libertad 2).
- libertad de mejorar el programa y de publicar las mejoras, de modo que toda la comunidad se beneficie (libertad 3). El acceso al código fuente es un prerrequisito para esto.
Esto es necesario porque, si no hay estas libertades, el programa será privativo, privará de su libertad a los usuarios y tendrá "funcionalidades malévolas", "puertas traseras" que pueden hacer mucho daño a la intimidad y a la libertad de los usuarios, realizando acciones sin el conocimiento y consentimiento de estos. Pero según Stallman, estas ideas no se aplican sólo al software sino que deben aplicarse también a las obras científicas y de creación, siendo el copyright, tal y como se entiende ahora, un obstáculo en la consecución de este objetivo.
Tras corear "¡abajo la ley Sinde, abajo la SGAE!" y hacer una breve incursión en el surgimiento de los derechos de autor, dijo que un buen estado democrático reduciría el poder del derecho de autor en pro del derecho a compartir y a mejorar las obras para el bien común, en dos dimensiones, por un lado acortando el plazo de vigencia de este derecho, que para él sería suficiente con diez años, teniendo en cuenta el ciclo de vida de una publicación.
Volvió a cargar contra Amazon por impedir ejercer la libertad de adquirir un libro pagando en efectivo y no con una tarjeta de crédito, pues, según él, éstas son un medio de control ya que se puede saber cuáles son nuestras compras, nuestras preferencias. También lo criticó, porque no permite que podamos prestar nuestro libro a un amigo. El lector estrella kindle tampoco se salvo de su crítica, advirtiéndonos de que significa quemar y al que gusta llamar "swindle" (engaño).
Stallman cree que los editores y productores ponen a los autores como excusa, alegan que si no se respetan los derechos de autor estos son los que pierden ganancias. Pero, en realidad, sólo pierden unos pocos, los de mayor éxito de ventas, ya que lo normal es que el creador gane bastante poco y esté atado a contratos leoninos.
Para él existen tres categorías de obras según su uso:
- las de "uso práctico", como recetas de cocina, obras educativas, obras de referencia, etc., que deben ser libres, se debe tener el control sobre la obra.
- las de "punto de vista", estas no tienen porque ser libres pero sí deben tener una libertad mínima que es la de compartir. Pero aún así aboga por reducir el plazo de vigencia de los derechos de autor, legalizar compartir copias y poder comprar en efectivo.
- las de "arte o divertimento", para las que pide el plazo de diez años para que puedan ser modificadas y la posibilidad de hacer "remix" (combinarla con otras obras debe ser legal pues el resultado es una obra nueva) y compartirlas desde el primer día.
Pero insistió en diferenciar libre de abierto, que un algo está en abierto no quiere decir que este libre que podamos verlo no quiere decir que podamos hacer uso del resto de las libertades.
Stallman propuso dos formas posibles de retribuir a los artistas en lugar de cobrar por los derechos de autor: con dinero público (de nuestros impuestos) o mediante aportaciones voluntarias. El cree que es nuestro deber apoyar a los artistas pero esto no es contradictorio con la idea de compartir lo creado, siempre las libertades del usuario deben ser prioritarias.
Finalmente, tras la clásica rifa del ñu de peluche, por el que obtuvo cincuenta euros para la Free Software Foundation, respondió a las preguntas del público, fase en la que propuso entre otras cosas:la creación de una asignatura nueva que se llamara Ingeniería Inversa, en la que habría que hacer un Proyecto de final de curso, para enseñar a los estudiantes y usuarios a desmontar las trampas del software propietario; solicitó la colaboración de los informáticos para la realización de los proyectos que se encuentran en la página web de la fundación; criticó a Windows, Apple y a Google, pues según él todos hacen vigilancia y pidió que se protestara contra las páginas web de instituciones que no usen software libre y nos obligue a utilizar software propietario como renfe.es que exige utilizar flash.
Más información en: