La Biblioteca acaba de finalizar el vaciado de la Revista de Automática en la base de datos Dialnet, junto con sus publicaciones derivadas. Esto quiere decir que sus contenidos (aunque no el texto completo) pueden ya ser recuperados y localizados en la red y dejan de estar confinados y ocultos en los volúmenes físicos que antes los limitaban. Esta presencia en Dialnet garantiza la accesibilidad también desde Google Académico. Con tal motivo, y en la ocasión en que parte importante de los primeros estudios científicos realizados en España sobre informática sale a la luz, quizás resulte oportuno recordar el significado y valor de esta pionera revista de marcado carácter complutense.
La Revista de Automática: órgano de la Asociación Española de Automática y del Instituto de Electricidad y Automática del CSIC nace en julio de 1968, cuando los ordenadores se llamaban calculadoras electrónicas y la Universidad Complutense era la Universidad de Madrid. Es, por tanto, cinco meses más antigua que el Boletín del Centro de Cálculo, su más inmediato competidor, que aparecerá en las navidades de ese mismo año. Aunque vinculada a la Asociación Española de Informática, mantiene desde sus inicios una clara filiación complutense: su redacción y administración radican en la Facultad de Ciencias y tanto su director como su redactor jefe iniciales, José García Santesmases y Mariano Mellado Rodríguez respectivamente, eran profesores en ese centro.
La publicación permanece activa hasta 1974, cuando cambia su nombre por el de Revista de Informática y Automática. Tras muchas vicisitudes, cesa en diciembre de 1997 con una cabecera simplificada, Informática y Automática, después de haber aparecido durante treinta años con una periodicidad trimestral. En el editorial del último número, un Antonio Vaquero desencantado, a la sazón presidente de la AEIA, anuncia la disolución de la asociación y de su órgano difusor y reconoce que "en los últimos tiempos se ha caminado penosamente" y que es mejor terminar con una entidad "que tuvo la gloria de ser la primera en el tiempo y símbolo de la excelencia en las materias propias de su interés".
Durante sus años de actividad, la revista recoge —además de artículos de investigadores que van progresivamente orientando sus carreras hacia la informática desde posiciones originales de físicos, militares e ingenieros— los primeros congresos nacionales y cursos que se convocan en este campo, incluidas unas pintorescamente denominadas Jornadas Conmemorativas de las Bodas de Plata del Instituto de Electricidad y Automática (1977). Entre estos investigadores a que nos referíamos, cabe destacar por sus recurrentes aportaciones, a Vicente Aleixandre Campos, Sebastián Dormido Bencomo, Antonio Sánchez Sánchez, Julio González Bernaldo de Quirós, Pedro Cartujo Estébanez, Roberto Moreno Díaz, José Mira Mira, Emilio Luque Fadón... Y, por supuesto, José García Santesmases y Antonio Vaquero Sánchez.
Es inevitable establecer paralelos entre la Revista de Automática y el Boletín del Centro de Cálculo, incluso caer en la tentación de colgar sobre cada una el respectivo marbete de oficialista y experimental. Lo cierto es que la primera sobrevivió a la segunda dieciséis años, lo que sirvió a aquella para extender su alcance en múltiples direcciones y áreas y para transformarse varias veces. Por otra parte, una supuesta estanquidad queda rebatida por la comprobación de la asidua y temprana participación de Florentino Briones, primer director del Centro de Cálculo, en la revista de la AEIA.
La Biblioteca considera una buena noticia que los artículos y autores que participaron en esta revista estén presentes en los motores de búsqueda de la red, aunque no disponibles a texto completo como podría ser deseable. Además, el tratamiento que Dialnet da a toda información introducida en su base de datos propicia que los autores aparezcan relacionados entre ellos y entre instituciones y publicaciones, lo que siempre es interesante, especialmente en el caso de esta documentación de años remotos.