Nota del editor: Estas palabras son un pequeño homenaje al profesor Ángel Sáenz-Badillos por su excelente labor al frente del Real Colegio Complutense en Harvard.
A veces lo urgente (lo que de verdad lo es y lo que nos parece que lo es), junto con los deberes cotidianos, nos alejan de lo importante. Lo es reconocer la labor de quienes desde nuestra Universidad llevan a cabo de manera discreta y diligente actuaciones que favorecen a muchos. Ángel Sáenz-Badillos es una de esas personas y de ello quiero dejar constancia.
No voy a desarrollar mi opinión acerca del privilegio que el Real Colegio Complutense (RCC) supone para la Universidad Complutense, en particular, y para la comunidad académica española, en general. Ángel ha sido un magnífico Director del RCC, que ha sabido facilitar la organización de cuantas actividades tenían en el RCC su principal apoyo.
Prácticamente todas las ediciones de nuestro Seminario Harvard- Complutense de Derecho mercantil han coincidido con su mandato. De forma que podemos afirmar con todo conocimiento que el éxito del Seminario se ha debido en gran parte al respaldo cordial y eficiente de Ángel y su equipo en el RCC.
Con igual motivo habré aquí de nombrar la labor desarrollada por Ángel durante todos estos años a la hora de facilitar la llegada de tantos profesores e investigadores españoles a la Universidad de Harvard, haciendo así accesible y fácil el sueño de tantos de poder estar un tiempo en la más respetada Universidad estadounidense.
Las despedidas, se dice, deben ser cortas. Sin embargo, deben ser completas. A Ángel Sáenz-Badillos le debemos todos mucho y ahora, cuando termina su mandato en el RCC, debemos reiterarlo.
Sirvan estas líneas, querido Ángel, para que recibas nuestro agradecimiento y nuestros mejores deseos para tus proyectos en curso.