A lo largo de 1918 el Dr. Aguilar tuvo una actividad intensa: la organización del I Congreso Nacional de Medicina, el impulso del Cuerpo de dentistas militares, la lucha contra el intrusismo y contra la convalidación de títulos extranjeros, y la participación en numerosos eventos de la vida social y cultural.
Comentábamos en el post de hace un año que el Dr. Florestán Aguilar había sido nombrado Secretario de la Comisión organizadora del I Congreso Nacional de Medicina, que se pensaba celebrar en abril de 1918. Pues bien, en enero ya se sabía que el Congreso sufriría un aplazamiento, y así se informaba de tal circunstancia en una segunda circular a los profesionales inscritos. En realidad, el problema tuvo que ver más bien con la Exposición de Medicina e Higiene que deseaba celebrarse en paralelo al Congreso y de cuya Comisión organizadora el Dr. Aguilar también formaba parte. Dicha Comisión tuvo oportunidad de comprobar que ningún espacio apropiado estaría disponible en abril para albergar la citada Exposición. Ante tal imprevisto se impuso resolver la disyuntiva de suprimir totalmente la Exposición o aplazar también el Congreso a fin de que ambos eventos pudieran celebrarse simultáneamente, tal y como habían sido concebidos. La Comisión organizadora consideró la Exposición como uno de los principales activos del propio Congreso, determinando por ello el aplazamiento de ambos hasta el mes de octubre.
Cuando se decidió esa cancelación había más de 800 inscripciones y se corría el riesgo de perder muchas de ellas con el aplazamiento. Sin embargo, la Comisión quiso verlo desde el principio como una oportunidad, pensando que así habría más margen para una mejor organización y para nuevas inscripciones, con lo que se propusieron llegar hasta las 2.000. Se sabía ya que el Congreso se celebraría del 13 al 18 de octubre en la Universidad Central (actual Complutense) y que se dividiría en 17 secciones. La Exposición duraría un mes y para entonces ya sería posible albergarla en el Palacio de Exposiciones (actual Palacio de Velázquez) y en el Palacio de Cristal, locales ambos situados en el Retiro y que recogerían respectivamente las secciones industrial (instrumentos, aparatos, productos farmacéuticos) y científica (preceptos y prácticas de la higiene). Algunas de las instalaciones podrían exponerse al aire libre.
Pronto se rebasaron las mejores previsiones y ya en junio se superó la cifra de los 2.000 inscritos: 1.600 congresistas numerarios y 500 agregados. El número de trabajos también se multiplicó al ampliarse el plazo de presentación y en agosto ya había más de 500 comunicaciones. La organización se mostró eufórica por la vitalidad con que se respondía al llamamiento pese a la depresión que atravesaba el país por el contexto bélico internacional. Ese entusiasmo se reflejó también en la prensa, varios de cuyos rotativos (La Correspondencia de España, La Época o La Nación) calificaron el evento ese verano como "el más importante acontecimiento científico ocurrido en España desde hace mucho tiempo".
La principal razón por la que el Congreso aspiraba a ser tan trascendente era por marcarse el objetivo de constituir una Asociación Médica Española de carácter permanente que funcionara en adelante como una "verdadera federación de Colegios y Sociedades" para los 26.000 profesionales de las ciencias médicas (médicos, farmacéuticos, odontólogos y veterinarios) que había en España.
El Dr. Aguilar tuvo un papel principal en la organización del evento, puesto que fue en su domicilio, en el Palacio Longoria (actual sede de la SGAE), donde se fijó la dirección de la Secretaría del Congreso y donde se reunió la Comisión periódicamente. Además, no puede olvidarse que D. Florestán Aguilar seguía siendo el director de la Escuela de Odontología y que ésta tendría también su participación en la vertiente práctica del Congreso. Para la mañana del 15 de octubre había programadas sesiones de demostraciones clínicas y operatorias en diversas instituciones, entre las que se contaba la Escuela, que a la sazón se encontraba integrada en la Facultad de Medicina, en la calle Atocha.
La sesión inaugural del Congreso se celebraría el día 13 de octubre a las 15'00 en el Teatro Real, bajo la presidencia de S. M. el Rey Alfonso XIII. A las 16'30 se inauguraría la Exposición de Medicina e Higiene en el Palacio de Exposiciones del Retiro. Por la noche, a las 22'00, habría una recepción en el Ayuntamiento. Y el lunes 14, también a las 22'00, sería el propio monarca quien ofreciese una recepción en el Palacio Real.
Todo estaba listo y, sin embargo, el 25 de septiembre, a menos de tres semanas del comienzo de los actos, la Comisión organizadora, reunida en casa de D. Florestán Aguilar, se vio obligada a resolver la cancelación del Congreso por segunda vez. La razón: la grave situación sanitaria en que se encontraba el país en esos momentos y que había llevado al Gobierno a exhortar a los médicos que ocupaban puestos oficiales a permanecer fijos en los mismos. El propio Dr. Aguilar fue el encargado de exponer la circunstancia a sus colegas de cara a la toma de una decisión. Asimismo, fue también uno de los delegados de la organización a quienes recibió y escuchó a la mañana siguiente el ministro de la Gobernación, D. Manuel García Prieto. Éste aceptó la resolución de los organizadores y se comprometió a intentar en el próximo Consejo de ministros que todas las concesiones hechas para el Congreso se mantuvieran para cuando se celebrase.
Esa grave situación sanitaria que atravesaba el país, y en realidad el mundo, no era otra que la célebre y mal llamada "gripe española", traída a Europa por los soldados estadounidenses, pero así conocida por ser en España donde la prensa le prestó una mayor atención. Aquella mortífera pandemia, que en nuestro país segó la vida de unas 300.000 personas, tuvo un primer brote en mayo, que disminuyó hacia el verano, pero en otoño volvió con nuevos bríos. Fue esa oleada otoñal la que forzó el segundo aplazamiento del Congreso por otros seis meses. Se fijó la nueva fecha -que sería ya la definitiva- para el 19 de abril de 1919. En el momento de esa segunda cancelación había inscritos 2.514 congresistas y presentadas 591 comunicaciones.
El Dr. Aguilar, como Secretario, fue también el encargado de remitir una circular a todos los congresistas, informar a los comités provinciales y enviar telegramas también a los invitados portugueses y franceses, entre quienes se encontraría con toda probabilidad la doble ganadora del Nobel, la Dra. Marie Curie, cuya conferencia había sido anunciada ya en enero.
Otro de los asuntos que ocupó la atención de D. Florestán Aguilar en 1918 fue el de impulsar un Cuerpo de dentistas militares. En la sesión inaugural del curso de la Sociedad Odontológica Española (S.O.E.), celebrada el 23 de febrero, el Dr. Aguilar se reafirmó en la necesidad de que el Ministerio de la Guerra atendiese la demanda hecha por la propia S.O.E. más de un año atrás de implantar cargos oficiales de dentistas militares. A continuación, leyó un discurso titulado "Las fracturas de los maxilares y las restauraciones buco-faciales", en que reflejaba lo aprendido en sus viajes a Francia y Alemania, donde había visitado los hospitales especializados en ese tipo de tratamientos que se habían desarrollado últimamente en esos países. La guerra de trincheras, que provocaba un mayor número de heridas en la cara, estaba haciendo funcionar una suerte de "Odontología de guerra". En el número de mayo de La Odontología, la revista mensual que dirigía el Dr. Aguilar, se repasaron los logros y reconocimientos cosechados por los dentistas militares franceses, portugueses y canadienses en los últimos tiempos.
El Ministerio de Instrucción Pública, en Real orden del 29 de enero, dispuso que una Comisión de Médicos fuese a visitar los hospitales de heridos de Francia para estudiar los adelantos realizados en Cirugía durante la guerra. En junio, a petición de la Escuela de Odontología, se decidió agregar un odontólogo a dicha Comisión. El seleccionado fue Antonio Carro, que más tarde dejaría constancia de su experiencia en el número de septiembre de La Odontología. Sin embargo, paralelamente, el Dr. Aguilar solicitó también viajar a Francia durante julio y agosto para estudiar la organización de los servicios odontológicos de su ejército, lo que se le concedió por Real orden de 18 de julio. El Dr. Aguilar viajó sin subvención ni gratificación alguna, corriendo todos los gastos de su propia cuenta.
Por otra parte, el Dr. Aguilar continuó siendo el azote del intrusismo, reivindicando a dentistas y odontólogos frente a los médicos y también rechazando los títulos extranjeros. Trabajó en ello desde su puesto como Subinspector de Odontología de Madrid y presentó en la S.O.E. un trabajo titulado "El intrusismo en Odontología en España". Obtuvo un notable éxito, ya que el Ministerio de la Gobernación, mediante Real orden, prohibió ejercer la profesión de Odontólogo o Cirujano Dentista a quien no tuviera los títulos correspondientes. Irónicamente, más tarde se dio un caso en que un tal Arturo Míquemburg -más que un intruso, todo un suplantador-, haciéndose pasar por representante particular del Dr. Aguilar, anduvo vendiendo a los dentistas andaluces un supuesto metal inoxidable inventado por éste.
Asimismo, el Dr. Aguilar participó en el Ateneo en unos debates sobre el "Estado actual de la enseñanza de las ciencias médicas en España"; votó junto a Ramón y Cajal en el Claustro de la Universidad Central en defensa de la Junta para la Ampliación de Estudios y la creación del "Insituto-Escuela" (proyecto que no salió adelante); y visitó al Ministro de Instrucción Pública, Sr. Conde de Romanones, para presentarle el proyecto de la nueva Facultad de Medicina como miembro de la Comisión encargada del mismo.
Como puede verse, D. Florestán Aguilar no tuvo un año ocioso. Su vida social también da fe de ello y así le vemos encabezando la lista de suscriptores para un homenaje al doctor Cortezo (presidente de honor, por cierto, del fallido Congreso Nacional de Medicina); donando al Comité Femenino de Higiene Popular un dinero dirigido al sostenimiento de unos niños pretuberculosos; asistiendo en el Ritz a un banquete de homenaje al escritor José López Pinillos "Parmeno" y al actor Enrique Borrás (con Manuel Machado leyendo las cartas y telegramas de adhesión al homenaje); regalando a la Escuela de Odontología dos nuevos sillones dentales; o acabando el año ofreciendo una fiesta infantil en su propia casa.
Quizá fuese toda esa generosidad y buen hacer los que llevaron tanto a la S.O.E como a Cruz Roja Española a nombrarle, también en ese año, Presidente honorario de ambas, al cesar en los respectivos cargos de dirección que ostentaba en ellas. Nada tan curioso, sin embargo, como el homenaje recibido por la Compañía Dental Española, justo una semana después de declararse en liquidación, al que también era su Secretario-depositario: el personal de la Compañía representó la noche del 20 de julio en el teatro Álvarez Quintero, en honor del Dr. Aguilar, las obras Entre doctores, El contrabando, La primera postura y La muela del juicio.
FUENTES CONSULTADAS
- La Odontología, 1918 (nº 1-12)
- El Monitor Sanitario, enero 1918.
- Gaceta Jurídica de Guerra y Marina, febrero 1918.
- La Época, 24 de febrero de 1918.
- El Imparcial, 24 de febrero de 1918.
- La Acción, 25 de febrero de 1918.
- La Acción, 7 de marzo de 1918.
- El País, 11 de marzo de 1918.
- La Mañana, 13 de marzo de 1918.
- La Acción, 22 de abril de 1918.
- El Sol, 10 de junio de 1918.
- Renovación española, 13 de junio de 1918.
- El Globo, 4 de julio de 1918.
- El Imparcial, 4 de julio de 1918.
- La Correspondencia de España, 21 de julio de 1918.
- La Época, 21 de julio de 1918.
- La Época, 22 de julio de 1918.
- La Nación, 22 de julio de 1918.
- España médica, 10 de agosto de 1918.
- España médica, 10 de septiembre de 1918.
- El Siglo futuro, 16 de septiembre de 1918.
- El Día, 28 de septiembre de 1918.
- España médica, 1 de octubre de 1918.
- El Fígaro, 2 de octubre de 1918.
- La Correspondencia de España, 30 de diciembre de 1918.
- La Época, 30 de diciembre de 1918.
- La Odontología, 1935 (nº extraordinario)
https://www.madridiario.es/noticia/madrid/palacio-longoria/edificios/sgae/405588
https://es.wikipedia.org/wiki/España_en_la_Primera_Guerra_Mundial
https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_española_de_1917
https://es.wikipedia.org/wiki/Pandemia_de_gripe_de_1918
http://www.elmundo.es/ladh/numero56/gripe.html
https://elpais.com/sociedad/2014/07/29/actualidad/1406662311_887510.html
http://www.agenciasinc.es/Reportajes/Los-viajes-de-Marie-Curie-a-Espana