Uno de los objetivos que nos propusimos en la Biblioteca para el "nuevo año", fue crear un "expositor mensual" en el que de una manera u otra participaseis en él.
Un momento especial para empezar fue Navidad y nuestro árbol de los deseos; el éxito que tuvo fue mayúsculo. Los deseos para el Año Nuevo se sucedían continuamente. Así que, alentados por vuestra participación, volvimos a la carga.
Esta vez, el tema del mes de Febrero fue, cómo no, "el Día de los Enamorados". Volvistéis a sorprendernos con la buena acogida que tuvo entre vosotros, contándonos, en algunos casos, cómo surgió el amor en la Biblioteca, algunos con final feliz... Fue divertido y curioso a la vez.
Y sin saberlo, se nos acababa el tiempo... antes de que el mundo se parara, decidimos como tema del mes, el Día Internacional de la Mujer, aunque ya se suspendieron las clases y no pudistéis participar.
De un día para otro, todos tuvimos que dejar nuestra vida, tal y como la concebíamos y encerrarnos en casa...TODOS, sin excepción : profesores, alumnos, PAS...Todos.
Y quedaron en el aire los planes que llevábamos preparando desde hacía tiempo, tanto a nivel personal como profesional, y poco a poco la angustia y la incertidumbre ante las terribles noticias que íbamos conociendo empezaron a formar parte de nuestras vidas.
Hemos tenido que "parar y reflexionar", algo impensable en nuestro día a día de carreras, agobios, trabajo, clases, familia y así hemos ido descubriendo muchas cosas de nosotros mismos...De repente, dejamos de lado todo aquello que parecía imprescindible en nuestras vida y empezamos a echar de menos lo que ya no teníamos: abrazos, besos, paseos...y nos dio miedo no volver a ver a nuestros seres queridos, padres o abuelos, los que más estaban perdiendo.
La vida nos ha dado un buen zarpazo para despertarnos, y ha sacado lo mejor y lo peor de nosotros mismos.
Hemos sido capaz de reinventarnos, de ponernos a teletrabajar cada uno dentro de sus posibilidades, comunicarnos a través de ordenadores, móviles, tablets y con cada una de esas llamadas sentir que estábamos más cerca unos de otros.
Nos hemos dado cuenta, de lo solos que, a veces, están nuestros mayores; los más vulnerables de esta pandemia. Hemos visto irse a padres, abuelos, amigos y sentir el dolor de no poder despedirte de ellos. Desde aquí nos gustaría dar un fuerte abrazo virtual (de momento) a todos los que habéis perdido a alguien o esté luchando en estos momentos.
Aunque cuando volvamos, ya nada será igual, seguiremos ayudándoos y dando lo mejor de nosotros mismos.
Os animamos a contarnos, desde aquí, vuestra historia, que en parte será la nuestra también.