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Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar

Carlos Lombas 12 de Marzo de 2009 a las 10:27 h

ANIMULA VAGULA, BLANDULA
HOSPES COMESQUE CORPORIS,
QUAE NUN ABIBIS IN LOCA
PALLIDULA, RIGIDA, NUDULA,
NEC, UT SOLES, DABIS IOCOS...

(Mínima alma mía, tierna y flotante, huésped y compañera de mi cuerpo, descenderás a esos parajes pálidos, rígidos y desnudos, donde habrás de renunciar a los juegos de antaño). Adriano

 

Esta oda del emperador Adriano, es el corpus de las Memorias de Adriano.
El viaje por la historia del Imperio Romano del Siglo II, y por la intimidad y el destino del hombre en su transitar por la vida.

 

Margarite Yourcenar, hace un recorrido expansivo y centrífugo a través del Imperio, arquetipo de centralidad, y un asedio por la intimidad del ser humano único e irrepetible que es Adriano. Y en este discurrir por el tiempo de la historia y del ser, se introduce, se involucra y viaja.

 

Como punto de partida un largo informe de la situación imperial, que dirige a su hijo adoptivo, Marco, quien le sucederá como emperador, y el relato  se convierte en la reflexión final sobre la vida antes de la muerte.

Los personajes se convierten en voces que llegan en tropel, y la misión del escritor es contar una historia que llegue como un río al lector. La idea de escribir el libro proviene de una apreciación de Flaubert que decía que "cuando los dioses ya no existían y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único en que sólo estuvo el hombre". Ese momento parece coincidir con el periodo en que gobernó Adriano entre otros. Y realmente el emperador Adriano, y el Adriano de Yourcenar parecen coincidir en sus íntimas contradicciones. No era un hombre de su tiempo; más bien adelantado o anterior al suyo. Tenía fervor por la Grecia clásica, base de su formación humana, filosófica y literaria. Por esa misma tendencia helenizante, quiso modernizar la burocracia del Estado Romano. De hecho, él consideraba a las instituciones como la prueba tangible de la eternidad del imperio "Roma debería escapar a su cuerpo de piedra; con la palabra Estado, la palabra ciudadanía, la palabra república, llegaría a componer una inmortalidad más segura", asegura la voz del César en la novela.

 

Pocos héroes viajaron tanto. Para este héroe moderno del pasado clásico, el viaje era por igual, un imperativo de sus tiempo, y una afición, una búsqueda infinita de la identidad de su ser. Por eso el viaje  de Adriano no es solamente un viaje visible, físico-geográfico, sino en simultáneo, un viaje hacia el interior del alma humana en busca de los secretos más íntimos de la vida y de la muerte, en un constante discurrir sobre lo inmanente y trascendente, sobre lo cotidiano y lo universal.

 

La obra se desarrolla en un espacio real, tanto físico como geográfico: Roma, Atenas, Alejandría,...

 

La gran intuición de Yourcenar fue ver esa naturaleza de hombre libre; su maestría consistió en aprovecharla para acabar escribiendo un conjunto de reflexiones acerca de la vida, la muerte, la naturaleza humana y sus pasiones con un carácter universal.

 

Fascinada por la figura del emperador, cuando Antínoo aparece en la novela es porque realmente formó parte de la vida de Adriano como tema dramático, no es el centro del libro, ni su historia es reflejada como la más importante en su vida, opta por restar sustrato mítico a la tragedia de la muerte del joven, y prefiere convertir la historia en humana, mediante el cuestionamiento mismo de la utilidad de la deificación de Antínoo y el escepticismo de Adriano. Yourcenar se siente atraída por las figuras históricas, por el Adriano que fue, por el hombre, no por el símbolo. Todo esto lo explicó ella misma en las notas que acompañan al libro y en numerosos escritos y cartas. Y nos propone, desde la vastedad histórica expresada en cuidadosos tiempos, adentrarnos un tanto más allá de lo que fue un tramo de la historia de cada cual, la que es común a todos los hombres, aquella que nos identifica y en la que siempre hay sitio para una vida más.

 

Toda la obra de Marguerite Yourcenar es una doctrina de humanismo.

 

Carlos Lombas

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Comentarios - 14

Cristina R.

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Cristina R. - 20-03-2009 - 11:46:22h

Gustav (o Gustaf) Molander fue un director de cine sueco conocido, entre otras cosas, por descubrir a una jovencísima actriz sueca llamada Ingrid Bergman (la dirigió, por ejemplo, en la primera versión sueca de "Intermezzo"). Fue también el padre de Jan Molander que, además de dirigir sus propias películas, aparece como actor secundario en varias películas de Bergman (Ingmar en este caso). ¿Tendrá todo esto que ver con el "Dios araña" que aparece en algunas películas de Ingmar Bergman (por ejempo, en "Como en un espejo")?

carlos lombas

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carlos lombas - 20-03-2009 - 06:57:04h

Hacerse el sueco es sinónimo de hacerse el loco, es decir, hacer como que no te enteras de algo, desentenderte de una obligación o hacer como que la cosa no va contigo.

 

Podríamos haber inventado esa misma expresión utilizando otra nacionalidad (como, por ejemplo, hacerse el chino o el francés) pero no, le tocó a los suecos, aunque según he podido conocer por otra persona que también comenta el significado de expresiones en la red, en realidad esa palabra en esta expresión no se debe a los suecos de Suecia, sino a otra palabra: soccus. Ahí va la axplicación completa:

 

Soccus: especie de pantufla empleada por las mujeres y los comediantes. De hecho, soccus era el calzado que en el teatro romano antiguo llevaban los cómicos, a diferencia del coturno con el que elevaban su estatura los trágicos. De soccusviene zueco (zapato de madera de una pieza), zocato (zurdo) y zoquete (tarugo de madera corto y grueso), palabra ésta que se aplica al hombre torpe y obtuso. De aquí que, hacerse el sueco, equivalga a hacerse el torpe, el tonto, el que no entiende lo que se le dice.

Gustav Molander

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Gustav Molander - 19-03-2009 - 22:16:49h

¡El portal del Grupo Ibérico de Aracnología me ha encantado! No os lo perdáis, es de lo más curioso y está hecho fenomenalmente. Me ha gustado tanto que hoy he amnistiado a una araña a la que, por un momento, estuve a punto de aplastar. Además, ¡seguro que me ayuda a librarme de la invasión de hormigas que tengo en casa! Igual hasta leo sobre arañas y me sumo a vuestro blog.

La Viuda Negra

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La Viuda Negra - 18-03-2009 - 15:14:55h

Portal del Grupo Ibérico de Aracnología: http://gia.sea-entomologia.org/

Julio C.

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Julio C. - 16-03-2009 - 18:55:17h

Carlos, sueles elegir muy bien los libros que comentas y se ve que eres un lector tremendo, pero en este caso me temo que "la bola entró": también a mí Margarita me parece bastante cursi. Casi por donde abras "Memorias de Adriano" te encuentras frasecitas tan, pero que tan sublimes que no son aptas para diabéticos. Haced la prueba. También lo intenté con su "Opus Nigrum" y, la verdad, me pareció un pestiño. Y ni siquiera los paneles suecos la avalan.

carlos lombas

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carlos lombas - 15-03-2009 - 07:22:31h

" A la pista de tenis se va a jugar al tenis, no a ver si las líneas son rectas"
Robert Lee Frost

Zoilo y yo

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Zoilo y yo - 14-03-2009 - 16:32:03h

Apoyado mi cuerpo doliente en mi argénteo bastón, solo en medio de este desolado paisaje sin figuras, consciente de lo perecedero de todo lo humano, rogaría a estos jóvenes exégetas, entusiasmados por los artrópodos y los gastrónomos (lo de las murenas escapa a mi necio intelecto que se sabe mortal), que, aunque Bitinia (patria del deiforme Antinoo) se encuentre en la actual Turquía, no confundan, ofuscados en el fragor de la intelectual disputa, la pasión romana con la pasión turca.

carlos lombas

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carlos lombas - 13-03-2009 - 19:05:04h

"No te dejes zarandear; por el contrario, en todo impulso, corresponde con lo justo, en toda fantasía, conserva la facultad de comprender"
" A la piedra arrojada hacia lo alto, ni le perjudica el descenso, ni tampoco el ascenso"
" Expulsa la opinión. Estás a salvo.¿ Quién, pues, te impide expulsarla?

 

Estas son algunas de las meditaciones de Marco Aurelio

Portia

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Portia - 13-03-2009 - 18:53:51h

Según fuentes romanas (Dión Casio, una de las fuentes reconocidas por la propia Yourcenar para su libro), la guerra de Adriano para sofocar la rebelión de los judíos contra el imperio romano produjo más de 500.000 víctimas entre los insurgentes y cuantiosas bajas entre los romanos (alguna legión al completo). ¡Viva el humanismo! ¿O se supone que Adriano era "humanista" por su filohelenismo (que nunca le impidió matar a mansalva, como cualquier emperador que se precie)? Hacer de Adriano un símbolo del humanismo me parece un chiste (malo), a no ser que se emtienda por humanismo poco más que una pomposa declaración de principios. "Si ese hombre no hubiera mantenido la paz del mundo y no hubiera renovado la economía del imperio, sus alegrías y desdichas me interesarían menos" (Yourcenar dixit). Que la "pax romana" exigiera algunos cientos de miles de muertos, es un detallito insignificante.
Por cierto, ¿qué tiene que ver esto con que Yourcenar sea una cursi? ¡Anda que no hay cursis bienintencionados!

Guillermo

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Guillermo - 13-03-2009 - 17:39:43h

¡Madre mía! y todo esto porque alguien ha dicho que Yourcenar es cursi...
Admirable demostración de humanismo la vuestra.

carlos lombas

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carlos lombas - 13-03-2009 - 17:08:53h

Portia
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Saltar a navegación, búsqueda
?Araña Portia

 


Clasificación científica
Reino: Animalia

Filo: Arthropoda

Clase: Arachnida

Orden: Araneae

Familia: Salticidae

Género: Portia


Species
Portia africana
Portia albimana
Portia anchorum
Portia assamensis
Portia crassipalpis
Portia deciliata
Portia fimbriata
Portia heteroidea
Portia hoggi
Portia labiata
Portia orientalis
Portia quei
Portia schultzi
Portia semifimbriata
Portia strandi

 


Portia es un género de pequeñas arañas araneomorfas de la familia Salticidae, que se alimenta de otras arañas. Las 15 especies que incluye se encuentran en África, Australia, China, Malasia, Myanmar (Birmania), Nepal, India, Sri Lanka, Filipinas, y Vietnam.

 

Según Kefyn Catley, aracnólogo y educador en el Museo Americano de Historia Natural, es la "araña de apariencia más extraña". La describe como "un cruce entre el Monstruo de la Laguna Negra y un extraterrestre".

 


Técnicas de caza [editar]A diferencia de la mayoría de las arañas saltadoras, que cazan insectos, las Portia usan el engaño y el mimetismo para atrapar a otras arañas (recordemos que las arañas, aunque son artrópodos, no son insectos). Es una araña misteriosa y agresiva imitadora, o sea que imita algo que su víctima halla atractivo. Semejando un trozo de detritus (restos de una pequeña ramita), la Portia entra en la telaraña de su víctima y gatea hasta ella casi imperceptiblemente, aunque se mueve con rapidez cuando el viento sopla. También hace vibrar la telaraña para imitar una presa atrapada. Al llegar la otra araña por su supuesta comida, arremete contra la anfitriona para matarla. El cómo este animal, con un pequeñísimo sistema nervioso central, ha aprendido este complejo comportamiento depredatorio ha asombrado a los científicos por años.

 

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Portia"

carlos lombas

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carlos lombas - 13-03-2009 - 16:59:24h

Hu Jintao, tiene como libro de cabecera las Meditaciones de Marco Aurelio. Prefiero adornar mi mesita con dictámenes cursis, que con sentencias que amordacen a los pueblos y a los ciudadanos, por muy elevados próceres de los que se presuma. La libertad y el humanismo, como doctrina, son un lujo. Y este presidente chino tiene muchos discipulos.

Portia

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Portia - 13-03-2009 - 09:57:16h

Cuando, siendo yo bastante joven, leí las "Memorias de Adriano", cada pocos párrafos sentía la necesidad de remedar el famoso grito de Celia Cruz "¡Azúcar!" convenientemente transformado en "¡Almíbar!". ¿De verdad que un emperador romano, bastante sangriento, por cierto, puede ser tan cursi? Cursi, sin paliativos: "Me esfuerzo por recobrar un instante, entre los anillos de humo, las burbujas irisadas de un juego de niño". ¡Por favor! O: "Siempre aprecié la belleza de las cabelleras, esa parte sedosa y ondulante de un cuerpo, pero la cabellera de la mayoría de nuestras mujeres son torres, laberintos, barcas o nudos de víboras. La suya consentía en ser lo que yo amo que sean: el racimo de uvas de la vendimia, o el ala". ¿Sublime? Me inclino por ridículo. Como la traducción castellana es de Cortázar, no puedo pensar que sea mala y esté en ella, o sólo en ella, el problema (sí creo que la responsabilidad por esta empalagosa apoteosis de lo cursi se la pueden repartir entre Julio y Margarita a partes iguales). No sólo es cursi; es aún más pretencioso que cursi. "Nuestras colecciones de anéctodas están llenas de historias sobre gastrónomos que arrojan a sus domésticos a las murenas...". Por Dios, cuántas esdrújulas (me recuerda a esa coplilla que empezaba: "Amante escuálida de cara pálida que entre los céfiros llorando estás..", o a una versión a la inversa de aquello de: "En tiempos de los apostoles había unos hombres barbaros que se subían a los arboles y que mataban a los pajaros"). ¿Entiende alguien eso de que "los gastrónomos arrojan a sus domésticos a las murenas"? Tambén: "Días alciónicos, solsticio de mi vida...". Estas perlas las he escogido al azar (nunca he sido capaz de releer el libro), pero siempre que pienso en las "Memorias de Adriano", resuenan en mis oídos cosas semejantes declamadas con el estilo y la voz de Antonio Gala (quien creo que hubiera estado encantado de escribirlas). Si Adriano realmente era así (cursi, cargante y sentencioso), yo que Antinoo me hubiera matado mucho antes ("Aquel hermoso lebrel -el antedicho Antinoo- ávido de caricias y de órdenes se tendió sobre mi vida". "Mi mano resbalaba por su nuca, bajo sus cabellos. Así, en los momentos más vanos o más apagados, tenía la sensación de mantenerme en contacto con los grandes objetos naturales, la espesura de los bosques, el lomo musculoso de las panteras, la pulsación regular de las fuentes. Pero ninguna caricia llega hasta el alma") ¡Pobre chaval!
Se suele valorar mucho la ambientación del libro. Dicen que te sitúa realmente en la Roma clásica. No me parece fácil decidir tal cuestión (yo no estuve allí), pero tengo mis dudas. Propongo una lectura alternativa: las "Meditaciones" de Marco Aurelio. Si queremos saber cómo veía el mundo un emperador romano aquí tenemos nuestra oportunidad. Marco Aurelio es a veces sentencioso (¡se saca cada cita!), pero nunca es cursi, y sus reflexiones sobre el hombre y la vida son tan buenas que siguen diciéndonos muchas cosas. Un libro, este sí, exquisito, y muy recomendable.
¡A ver si dejamos de confundir lo cursi con lo sublime y lo pretencioso con lo profundo! Habrá quien opine que el problema está en mí y que no tiene sentido echar "Margaritas ad porcos". Yo respondo: ¡Margarita, al "Índice"!


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