P.D. James. Todo lo que sé sobre novela negra. Ediciones B, 2010. 208 p. ISBN: 978-84-666-4442-6.
La escritora P.D. James es una de las grandes autoras de novelas de detectives y la creadora de personajes como el famoso policía de New Scotland Yard -y además poeta- Adam Dalgliesh, o como la detective Cordelia Gray. Sin embargo, en su último libro publicado no nos presenta un caso enrevesado, sino un pequeño ensayo en el que reflexiona sobre lo que ha sido su profesión durante tantos años: la ficción detectivesca. Y lo llamo así porque éste es el título del libro en su versión original. En él se habla de "detective fiction", no de novela negra, término acuñado en Francia y que los angloparlantes denominan "hardboiled" y referido a un tipo muy específico de "detective fiction", que se caracteriza por sus tramas violentas y por estar protagonizado por tipos duros. Sus máximos exponentes fueron Dashiell Hammett y Raymond Chandler.
Si en España han titulado este libro de P.D. James “Todo lo que sé sobre novela negra” es porque es lo que está de moda. Tiene más prestigio que la novela policíaca o el thriller, porque da la sensación de que con ese adjetivo se califican novelas que no se ocupan meramente de la resolución de un delito, sino que profundizan en otros temas y nos hacen reflexionar sobre el mundo en que vivimos. No queda muy bien admitir que uno se divierte intentando adivinar cómo y quién ha cometido el crimen si no hay un trasfondo de crítica social; de ahí que las llamadas novelas puzzle, las que no pretenden más que presentar un juego mental que entretenga al lector –como un sudoku-, estén tan mal vistas. En mi opinión, las buenas, no pretenden ni aspiran a otra cosa, y las mejores -como en el resto de la literatura- tratan precisamente de eso, del mundo en que vivimos. Todo ello lo explica P. D. James admirablemente en su obra.
Empieza analizando los orígenes de esta clase de literatura, sus reglas, sus tipos, sus autores favoritos, la manera en que éstos le han influido y lo que ha aprendido de ellos. Se centra, sobre todo, en la ficción británica, en especial en la edad de oro detectivesca de los años 30 y se detiene en cuatro grandes: Ngaio Marsh, Marjorie Allingham, Dorothy L. Sayers y Agatha Christie, detallándonos sus virtudes y defectos y lo que aportaron al género. Al mismo tiempo, compara esta corriente con lo que se hacía al otro lado del Atlántico, el hardboiled antes mencionado.
Además, nos comenta sus opiniones sobre cómo escribir este tipo de novelas, la caracterización, el detective, el culpable, la trama, el contexto (para ella fundamental) y el principio del “juego limpio” según el cual no se deben ocultar a los lectores hechos y pistas esenciales para resolver los casos, aún cuando la resolución del mismo no sea lo más importante de la novela.
Por último, James termina haciendo un pequeño análisis de cómo ha evolucionado el género, desde el misterio de la “habitación cerrada” y las novelas puzzle, a la tendencia actual en la que predominan otros factores como la psicología de los personajes o la crítica de la sociedad.
Un libro, en fin, muy interesante, escrito además por una buena causa: fue la respuesta de la escritora a una petición de ayuda por parte de la Bodleian Library de la Universidad de Oxford.