¿Qué jovencita de catorce años no ha soñado con su primer baile en sociedad? ¿Ese baile inolvidable que le abra las puertas del mundo y le permita encontrar el amor de su vida? Nuestra protagonista, Antoinette, está ilusionadísima con el baile que están organizando sus padres, los Sres. Kampf, recién llegados a la "crème de la crème" del "tout Paris" gracias a un golpe de fortuna en la bolsa. Va a ser un acontecimiento tal que reunirá a lo más exclusivo y distinguido de la sociedad parisina de los años 20. Sin embargo, la familia recibirá un duro revés en sus aspiraciones de conseguir la posición y el reconocimiento social que cree merecer. ¿Qué ocurrirá para que la realidad dé un vuelco tan importante e inesperado?
Con este planteamiento, Irène Némirovsky permite que nos adentremos en un episodio de la vida cotidiana de los advenedizos del París de la "Belle Epoque" y nos muestra un verdadero retrato de la alta sociedad del momento, empleando la más fina de las ironías y la más ácida de las críticas.
No obstante, éste es sólo el marco en el que se desarrolla el drama de Antoinette. Con claras referencias autobiográficas, la escritora nos habla de la incomprensión y la soledad, de los sufrimientos y las contradicciones, de la crueldad y las emociones de una infancia que ya es realmente adolescencia y pugna por abrirse un camino en la vida, aún a costa de las trabas que le imponen los adultos.
La habilidad y la maestría con la que Irène Némirovsky teje la acción, circunscribiéndola a una narración breve, en un periodo de tiempo claramente delimitado y con un reducido número de personajes, dotan a la novela de tal coherencia y unidad que hacen de estas características un acicate más para abordar su lectura.
A veces parece que nos hallamos dentro de una representación teatral que sobrepasa la ficción para materializarse con toda su crudeza y realidad.