Middlesex es un espacio físico, una casa con rasgos peculiares, en la que en cierto momento acaban viviendo 3 generaciones de una misma familia. Las mismas tres generaciones que protagonizan la novela. Los abuelos, griegos de la península anatolia, que huyen en la época de la toma de Esmirna por Attaturk. Su hijo, que comprará Middlesex y durante un tiempo será un triunfador hecho a sí mismo. El nieto (Calíope), que es el excelente y ameno narrador. Junto a ellos, sus compañeros de generación, incluyendo los familiares. Una estupenda síntesis de todos los temas de la vida/película "americana" en el siglo XX, con un soberbio prólogo en otras tierras.

Los horrores de la guerra, de la persecución, la pobreza y el analfabetismo, la dureza de la emigración, la mezcla -a la par que la segregación- de culturas, la explotación laboral, la fuerza de las creencias religiosas (y de las políticas/patrióticas), el afán por progresar económicamente, las separaciones generacionales y sus enfrentamientos, el amor, el desamor y el sinamor con todas sus vertientes, en casi todas las edades y para todos los géneros, con sexo y sin sexo. También la revuelta social (y su sofoco), el derroche y la consecuente decadencia de lo que tanto ha costado ganar. La búsqueda de la identidad. Contrabando, extorsión, explotación, road movie, servicio militar, pacifismo, religión, persecuciones, historias adolescentes, drogas, barrios mono y bicolores, lazos familiares, triunfo y caída, éxito y fracaso, ciencia y medicina, abandono de hogar... Como decíamos, un excelente compendio de los temas clásicos de las películas norteamericanas (la realidad supera a la ficción. Probablemente más "gran novela americana" que otras candidatas), pero con un tono totalmente inusual. Y no tiene que ver con el peculiar perfil del magnífico narrador.