Con este enfoque singular he querido, de nuevo, insistir, en la importancia del teatro en una sociedad demasiado narcotizada por el materialismo. Su contribución en una etapa que se nos fue, ha sido fijarla y, al mismo tiempo, extenderla para que quede como uno de los momentos más brillantes de la escena española, al menos como género escrito. No todo el buen teatro ha llegado a escenificarse