Poema publicado en la Revista digital Inventio
El prodigio de la llama anhelante
en sus suspiros de oro
desprende pétalos de fuego
de la rosa carnosa de rosal celeste.
Se derrumba lo azulado,
olor a sal y alma de especias
como en verde orilla,
solo sombras
en puerto sin barcos
hacia el pantano sin aromas:
Pantalla marítima que confundo
de noche con el cielo.
Cienaga de amor
y bosque envuelto para regalo.
¿Y la alondra?
Solo sombras
resonando con estilo,
Soleá de los caminos,
penas valientes
que en su ruta el viento mece y son
Alegrías paralizadas
Arrastra el olvido
carmín de cielo
y besar de luna
al escondite de la llama
criada en fondos marítimos.
Sueños de coral donde emerge la balada:
(escenario que pinta la luna
con albos pinceles y témpera de nieve)
Luna Nueva de ilusiones
Creciente de estaciones
Menguante de seda y filo Luna Llena de vino
¿Tiene el viento en su danza
la entrañable melodía
que mueve bosques, olas e intenciones?
Simples invenciones sonoras
y extensión de pétalos
del lutier que estampa
los anillos mágicos
en mástil de Saturno.
¿Y más allá?
¿Un director de orquesta infinita,
cocinando arte
ante el fogón de estrellas?
Brisa... impulsando hierbas
con un alma de estrella solitaria.