Eihei Dogen es un monje japonés del siglo XIII cuyos escritos han tenido una importancia creciente a lo largo del siglo XX y el XXI. Toda su obra está traducida al inglés (al menos tres veces la más importante), una al francés y parcialmente al alemán, al italiano, al español, al portugués... Fue el fundador de la Secta Soto Zen en Japón.
Escribió 64 poemas breves al estilo japonés, y algo más de 200 en chino. La distinción no es neutra, los primeros son su homenaje al clan de su madre, los Fujiwara, y en los segundos congenia con sus maestros, monjes zen la mayoría de ellos.
Las mujeres inventaron un silabario conocido como hiragana y los hombre se expresaban en chino clásico en los entornos aristocraticos y monásticos en los que se educó Dogen: utilizaba ambos en sus escritos.
La traducción del japonés al español ha sido hecha por Akihiro Yano, estudiante de postgrado japonés que está haciendo su tesis doctoral sobre Calderón de la Barca.
El Director de la Fundacion Japón en Madrid, el Sr. Hiroyuki Ueno ha escrito el prólogo.
Kawabata Yasunari (1899 - 1972) citó este poema de Dogen al iniciar su discurso en la ceremonia del Premio Nobel de 1968.
En primavera, cerezos en flor,
En verano, el cuclillo,
En otoño, la luna,
En invierno, la nieve
Frescura blancura.
Se trata de un waka, poema breve de 5/7/5/7/7 sílabas que inventaron y desarrollaron fundamentalmente las mujeres a partir del siglo IX en Japón, en la corte imperial. Sigue pues la vena de su madre y ejemplifica, a primera vista, el meollo subjetivo de cada estación. LLama la atención el último verso: ¡frescura blancura! Obviamente, en Japón el invierno es algo más que frescura y la equipara a la blancura. Es decir, la estructura implícita del poema es; A es A', B es B', C es C', y D es D' y puede ser E. ¿Es un antecedente de la razón de la sinrazón o se trata de ilustrar poéticamente el meollo de la lógica budista de raigambre zen?. La lógica de Aristóteles es estricta, A es A y no es B en su expresión más clásica. No es así en el Budismo y en Taoismo, donde A y B se completan y son dos y uno a la vez.
He aquí otros poemas de Dogen en japonés.
Frágil mi cuerpo,
el rocío, cualquier hierba,
rodeada de nubes,
qué vistas la montaña,
qué vistas su cumbre.
Subyace la fusión entre la persona que observa (próximo a morir Dogen) y el paisaje cercano y lejano en el que se fundía.
Sakyamuni entre nosotros
por doquier
su voz, su semblante
el colorido de la cúspide
el eco en el valle.
Sakyamuni es el Buda histórico e histórico es el poeta y el lector, por doquier su voz es el eco del valle y su semblante el colorido de la cúspide.
Auténtico y cabal
en este mundo
aquel que sabe discernir
dónde comienza y acaba
el cielo azul
No hay distinción entre sujeto y objeto cuando se alcanza el estado de fusión espiritual.
Más allá de las palabras,
más allá de las gotas de tinta,
inefable es todo aquello
que el pincel no se guarda,
que se guarda el papel.
En un poema caligrafiado al estilo japonés las distinciones se desvanecen desde el momento y hora en que discurre el trazo y la tinta se ahoga en el papel.
He aquí una muestra de los poemas que escribió en chino:
Las amamos y se marchitan
las flores
crecen y se crecen
las malas hierbas
lo deploramos
***
Al abrirse los capullos del ciruelo
se anuncia la primavera
redondo está el amanecer
pálida la luna
muy largo fue el invierno.
****
Corpóea es la boca que ausculta el vacío espacial,
hace hablar a la brisa a veces del este, del oeste, del sur o del norte
Cristalinas por igual tus propias palabras hablan
Ding, dong, ding, dong
***
Índigo y rubio el melocotonero, el cerezo, lustrosos, espléndidos,
la misma primavera, generación tras generación, en cada una de las ramas,
es de locos menospreciar lo que está cerca, echar de menos lo que está lejos,
No te tomes la vista a la ligera, no abras los oídos a dudas de ignorantes.