83 poemas dedicados a quienes han convivido últimamente con alguien que sufre Alzheimer o demencia senil creciente. Se trata de una obra cuyo argumento central es una mujer novelista que paulatinamente no lograr deslindar a sus hijos de los personajes, Los poemas organizados en tres secciones, a) su ombligo se está achicando, b) olvídame si me llama, c) adios no vuelvas.
Esto te pasa por ser escritora
Llevas una vida loca por culpa de tu oficio,
escribir novelas,
inventarte historias y hacerlas creíbles,
inventarte personajes y hacerlos naturales
inconfundibles.
Poco antes de apagar la luz
y echarse a dormir el lector
siente tu compañía noctámbula,
luciérnaga.
Al cerrar los ojos
bravuconeas en los sueños
que tú, escritora maternal, diste a luz
para cada soñador, complaciéndole
despertará
con ganas de seguir leyendo tus historias
al volver a casa.
Escuchará el aroma de tus palabras,
musitadas una a una en el lecho, con picardías,
delante de sus ojos voraces, que quieren vivir
aventuras, locas, muy locas, nocturnas,
creadas por ti,
la escritora que fabula
y se mete en su cama fantásticamente.
Por tener papel a mano
Eso me pasa por ser escritora,
por tener a mano papeles en blanco
que se dejan escribir,
que se dejan enrollar, son sábanas
entre las piernas,
que se echan a andar relatos
y recorren los senderos de cada capítulo,
uno a uno, en una escalera
de caracol que lleva a la última página,
la cima del éxtasis, curiosidad lectora,
en el abrevadero línea a línea,
vaya si se avienta el ánimo.
¿Diluidos mis olvidos en las venas?
Una molécula de oxígeno
en cada glóbulo rojo
es un soplo a flote
siguiendo la corriente
vehículo de arrastre
hasta acabar de golpe
por un pinchazo
sobre una placa de cristal
en el punto de mira
del microscopio,
oprimida,
iluminada
es una premonición traslúcida
ante los ojos del analista
que me sangró para curiosear
esas briznas de aire
en movimiento intravenoso
y el flujo y reflujo
pegajoso
de mi colesterol.
No están ahí
diluidos mis olvidos
cloroformo no hay
en mi suero sanguíneo.
Postdata
Con los que la echan de menos
se repoblaría el reino
de aquí te espero.