El diablo anda suelto,
negocia las libertades;
el crimen no es delito,
y los cómplices se callan
o se suman al horror...
Los indiferentes mienten
pues han tomado partido;
todos en la misma mierda
hablan de males menores
o de cuestión de gustos
o de tradiciones patrias.
Prefiero a Tess Asplud
que un paniaguado blog
literariamente muerto
por cursis disquisiciones.