Barcelona, Ed. Montesinos, 1992.
Éstas son ideas inconclusas que pertenecen a un pensamiento (para)sistemático, ininterrumpidamente inconcluso. Por eso la coherencia no va a tener aquí sentido alguno, ya que a este proyecto jamás podría pertenecer. Cuando alguien tenga la osadía o la vergüenza de callar, se iniciará entonces el verdadero --por fructífero y eficaz-- diálogo: entre lo que se estima sea y lo que se quiera deba ser. Tiendo a suprimir / devaluar cualquier forma de terapia. He aprendido que la proliferación de terapias es síntoma inequívoco de que el sistema se está volviendo peligrosamente débil. La estructura y las reglas de intercambio que un sistema fija han de generar correctores ---activar elementos internos de equilibrio-- de naturaleza tal que hagan innecesarias las terapias desde fuera. ¿Es mi objetivo la insoportable levedad del ser?. Feliz corrupción, viejo amigo, ocasional lector. (De la Presentación Alternativa)