ORÍGENES
Los medicamentos son tan antiguos como la propia humanidad. A principios del siglo XX, todos los medicamentos procedían de la naturaleza, pero con el desarrollo de la química orgánica se extrajeron de los medicamentos las sustancias químicas conocidas hasta entonces, responsables del efecto, dando lugar al concepto de principio activo. Una vez conocida su estructura química, se intentó imitarlas sintéticamente, lo que también dio lugar a productos relacionados.
Así nació la farmacología moderna.
Los productos naturales son una de las primeras fuentes de las que se obtienen los medicamentos.
En general, el estudio de los productos naturales parte de la observación de la medicina popular, especialmente de las llamadas plantas medicinales. En principio, se podría pensar que este campo de investigación debería estar ya agotado, pero no es así.
Algunos autores afirman que sólo se ha estudiado algo más del 10% de la flora terrestre, y lo que se ha hecho con la flora marina es lógicamente mucho menos.
Otra forma de crear drogas es la semisíntesis. Esto significa que, en algunos casos, las moléculas derivadas de las plantas medicinales pueden modificarse para diferentes fines.
A veces se trata de modificar sus propiedades fisicoquímicas para lograr una administración selectiva, otras veces se trata de potenciar su actividad o lograr una mayor especificidad de acción. Los fármacos también pueden obtenerse mediante procesos de síntesis de laboratorio.
MÁS AVANCES
Los fármacos también pueden desarrollarse a partir de los hallazgos fisiopatológicos, es decir, si la patología se debe a una deficiencia en la producción de un determinado agente, basta con administrarlo de forma adecuada para conseguir la normalidad.
Por ejemplo, cuando se demostró que la diabetes estaba causada por una producción insuficiente de insulina, se extrajo insulina del páncreas de cerdos y se administró a los pacientes.
En algunos casos, el punto de partida fue la observación de los efectos tóxicos de los medicamentos.
DESCUBRIMIENTOS: BUENOS, MALOS Y CASUALES
Obviamente, estos efectos son negativos o perturbadores para una persona sana, pero recordando que el fármaco debe estar destinado a corregir las funciones alteradas, es posible en algunas situaciones obtener consecuencias positivas de un efecto que podría considerarse tóxico a primera vista. En otros casos, el éxito es fruto del azar.
También hay casos de errores que han llevado al descubrimiento de medicamentos, siendo el paracetamol un ejemplo representativo.
Recuerda: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él o ella le dará información sobre estas y otras cuestiones similares. Y recuerda que la intervención del farmacéutico es una alta garantía en el proceso global de adecuación, eficacia y seguridad del tratamiento farmacológico.
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