La imagen no era Versalles
pero el azul de su barba se reflejaba hasta en el resplandor del Sol
inequívoco al rostro del tiempo
certero en el cetro del mar retrocediendo las olas
la mirada Stasi en la República Democrática Alemana
así desnudaba mi ojo escrito
cascos poéticos aprendiendo del código morse
hombre que no duda en matar a sus mujeres deshonestas
que se fue de viaje dejándome todas las llaves de su casa
¡las llaves de su casa!
yo fui de las pocas que pude entrar en la habitación prohibida
sí, es cierto que vi sangre pegada en las paredes
los cadáveres de sus antiguos orgasmos colgados como trofeos
me di cuenta del monstruo que tenía como marido
porque jamás dudaría en volver a resaltar mi crimen
desteñir como fuera de sangre o mis propios órganos la llave
siempre volvería a manchar tu llave
Vanora Miranda