Todo viene
de cuando cerraba la puerta con pestillo
de la infinidad de veces que quise responder las hostias
con hostias más fuertes a ese gran hijo de puta
no puedo negar que he querido envenenarlo con glucosa
que he querido atragantarle con mi corazón en la laringe
que le hubiera escupido y humillado en el suelo
que le hubiera estampado la cara contra el lavadero
que he querido clavarle una estaca en el hígado
darle varios martillazos en todo los huevos
estamparlo contra el armario y ordenar que se cambie de ropa
hacerle sentirse una puta por llevar la corbata demasiado corta
no puedo negar que he intentado matarlo mientras dormía
le he tapado la boca y nariz con una almohada
ahora quiero meterle los títulos universitarios por el culo
agradecerle mis traumas con endocultura poética
redimirme de mis culpas y de las suyas
pagándome las drogas con su dinero de catedrático
cada vez que arrasa en mi el tsunami
vuelvo a tener entre nueve y trece años
soy una Vanora acojonada por llevarle la contraria
de ir por libre y probar lo que se me prohíbe
miro atrás y sé que llevo toda la vida
viéndome como un David improvisto
sin tirachinas ni piedras que lanzarle a Goliat
Vanora Miranda