Saben que no soy buena en nada
pero me hacen vivir para ahorrarse lágrimas de culpabilidad
no busco la compasión o la tristeza de nadie
sólo quiero acabar con la mía
soy tan pobre que no me tengo ni a mí
lo he perdido todo
lo único que me queda es morir con dignidad
aunque acabe con un epitafio de cobarde
yo planeo mi final como quien planea un atraco
busco en internet información sobre sobredosis con benzodiazepinas
no pienso correr más a pedir ayuda para que me encierren
me hagan madrugar a las 8 de la mañana para tomarme la medicación
no poder fumar un cigarro antes de dormir o cuando me salga del coño
no tener relaciones sexuales y pasar el día en un patio somnolienta
no quiero más vuestra ayuda de mierda
sólo quiero que me ayudéis a morir
como la eutanasia de un caballo que se ha roto una pata
yo no tengo rota una pata, tengo rota la vida, el alma, el espíritu
esa mierda que no saben cómo se llama que te hacer ser tú
mi destino es ser una cifra más en las víctimas del suicidio
si lo pienso, nunca he dejado de ser una cifra fuera donde fuese
fui una cifra para los estudios, para el trabajo, para las personas que amé
y lo único que tenía para ellos era mi vida en un poema
tenéis razón, nadie quiere ni puede querer a alguien que quiere morirse
por no decir que yo hace tiempo que dejé de amarme
Vanora Miranda