Trata uno de los temas clave de su obra temprana, el contraste entre la vida burguesa y artística, representado en los dos personajes principales masculinos de la obra, un capitán y un vagabundo.
El relato sirve al autor para satirizar a fondo la moral de la pequeña burguesía. No soy Stille es en realidad un problema filosófico, el del hombre que no acepta la realidad y trata de evadirse de ella.
Para el protagonista todo lo que no tenga que ver con la ciencia y la tecnología no tiene interés, incluso, directamente no existe para él. Sin embargo, de pronto se ve envuelto en unos acontecimientos que cambiarán para siempre el rumbo de su vida.
Homo Faber es una interpretación contemporánea de las tragedias griegas. Walter Faber es Edipo que, juguete del destino, verá conmocionarse toda su vida y, por supuesto, todas sus creencias.
Don Juan de Max Frisch es una obra maestra, con una estructura operística mozartiana y una técnica metateatral ingeniosa. La referencia a la ópera sirve también para incluir elementos de simbolismo masónico no sólo en la escenografía sugerida sino también en el protagonista llevado de la mano de su autor.