El creciente interés por la Urbs que va a suponer una reactivación y un auténtico renacimiento de las Mirabilia medievales, tal es el caso del libro (Roma, 1523) de Antonio Ponto, y luego, con la Contrarreforma ya actuante, bajo supervisión y control de las autoridades eclesiásticas (libros de Facciotti, Roma, 1608 y de Cabrera Morales, Roma, 1600). En función de los peregrinos y sus indulgencias a conseguir en la Ciudad Eterna, estas Mirabilia fueron también impresas en varios idiomas, caso de la de Felini (Roma, 1619) en español.