Ir al contenido | Inicio/BuscarServiciosBibliotecasColección DigitalAyuda

Sobre el autor

          Nadie sabe si Javier Olivares es el último de los anteriores o el primero de los actuales. O si quizás sigue siendo, como desde hace mucho, el fulgor de un futuro alternativo. Su generación se hundió en una de las periódicas zozobras de la industria del cómic español, y él se agarró a los restos del naufragio para mantenerse a flote dibujando. Lo que fuera: ilustración periodística, libros infantiles, dibujos animados, carteles, libros de texto... Los andamios de junco que sostenían al Mejor Dibujante Secreto de Cómic de España. Por eso no es de extrañar que Javier sea capaz de pasar de "Teseo y el Minotauro" a Training and Development sin cambiar el paso, de saltar de la mitología clásica a la mitología urbana con aplomo británico. En sus dedos hay huellas de los Provensen y de Gorey, hay sol frío y tinieblas sofocantes, hay ángulos elípticos y óvalos prismáticos, hay tantas cosas que no se pueden decir.

 

          Observar sus bocetos es interesante, porque los bocetos de Javier son los sillares con los que levanta sus muros gráficos. Son muros de minuciosa taracea y de grosor ciclópeo. Tienen algo tan fuerte que es casi traslúcido. Como el mismo Javier dice, es como si hiciera siempre robots distintos combinando las mismas piezas. Por eso, ver esas piezas por separado permite intuir algo que sólo se entiende cuando se compara con la obra terminada. Aunque a lo mejor lo que se entiende es que no se entiende.

 

          Cuando empecé a escribir tebeos, Javier estuvo a mi lado. Empezamos juntos un Beowulf que aún no hemos terminado. Con él aprendí a construir, a mover las piedras y sujetar los paramentos, a abrir ventanas y afianzar arbotantes. Y aprendí también algo sobre Javier. Aprendí que el milenario relato de Beowulf salía tan fluido de sus manos como si Javier fuera un artista de ayer, de un tiempo antiguo, sabio y bruto. Pero ese relato no ha terminado, tal vez no termine nunca, y por eso aprendí después que Javier también es del mañana, de un tiempo futuro, rojo y amplio. Siempre está llegando; su momento es siempre ahora, dentro de un momento, ya.

         Santiago García

{Volver}

Quejas y sugerencias Mapa web
Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid
Ciudad Universitaria - 28040 Madrid
bucweb@buc.ucm.es
© UCM 2024