Mucho se ha hablado en los medios de comunicación sobre una tal "écoli", causa de las pérdidas económicas de la última semana de los agricultores españoles, debido a la infección de varios individuos europeos, originándoles la muerte. ¿Quién es esta "malvada" bacteria, que aspira a llenar los titulares de los periódicos de sospechosas noticias sobre la microbiología?
Fig. 1 - Venta de pepinos en un mercado alemán.
"Écoli", como dicen los periodistas en la radio, es en realidad Escherichia coli, una de las bacterias más estudiadas por los científicos. Tan conocida es, que su hábitat natural está en el intestino de muchos animales, entre los que incluimos las aves de corral, la mayor parte del ganado o los propios seres humanos. Entonces, ¿qué pinta una bacteria como Escherichia coli contaminando supuestamente unos pepinos? Existen muchas cepas diferentes de esta bacteria. Algunas, como las presentes en nuestro intestino, son totalmente necesarias para el funcionamiento correcto de nuestro organismo. Tanto es así, que cuando tenemos problemas como la gastroenteritis, conseguimos alterar nuestra microbiota intestinal (es decir, el conjunto de bacterias que viven dentro de nuestro intestino), provocando que estas bacterias no funcionen correctamente, y provocando efectos como las desagradables diarreas. Otras cepas, por el contrario, aun perteneciendo a la misma especie de Escherichia coli, son altamente patógenas, siendo éste el caso de la ya tristemente famosa Escherichia coli O104:H4.
Utilizar las bacterias para "algo más": el auge de la Biotecnología
Las bacterias, a pesar de su fama negativa en los últimos días, y aunque sean comúnmente asociadas con procesos infecciosos, pueden ser realmente útiles en nuestra vida diaria. La aplicación de las bacterias para producir bienes o servicios es conocida como Biotecnología microbiana.
Uno de los ejemplos más conocidos de la Biotecnología microbiana consiste en utilizar bacterias para degradar parte de los contaminantes químicos de los residuos provocados por las industrias en su actividad productiva. Así, podríamos utilizar las bacterias para que se "comieran" parte de esos residuos químicos y conseguir un Medio ambiente más limpio.
Por ejemplo, en el caso de las minas, uno de los compuestos más utilizados en la extracción de oro y plata es el cianuro, potente veneno químico que ya empleó Nerón en el Imperio Romano para eliminar a sus enemigos. Este compuesto, muy tóxico para la mayoría de seres vivos, también se usa en Agricultura al estar presente en la composición química de muchos pesticidas, o incluso en la fabricación de papel, pinturas, plásticos y nylon. Debido a este uso indiscriminado de un compuesto tan tóxico como es el cianuro, los científicos han investigado posibles soluciones para evitar la contaminación de los residuos industriales por este compuesto, empleando para ello métodos biológicos, es decir, tratan de utilizar organismos vivos como son nuestras famosas bacterias para que puedan eliminar de los vertidos industriales un potencial tóxico como el cianuro. ¿Es esto posible o forma parte de la ciencia ficción?
Pues bien, aunque pueda parecer increíble, existen bacterias capaces de biodegradar el cianuro, ya que son capaces de utilizarlo como "fuente de alimento", sin que esto suponga mayores problemas en el desarrollo de sus funciones vitales. Son capaces de "comer" cianuro y seguir vivas. Pero, ¿cómo? Presentan en su interior proteínas con las que son capaces de metabolizar sin problemas el cianuro, y los investigadores son capaces de purificar esas proteínas para poder aplicarlas en el sector industrial. ¿Magia, ciencia ficción? Quizás, como diría Ortega Gasset, "nuestra vida consiste ante todo en toparse con el futuro".
Experimentar para aprender
Como hemos visto, las bacterias están presentes en nuestro día a día más de lo que imaginamos. Algunas son las causas de enfermedades infecciosas graves, otras nos ayudan a diario estando presentes en nuestra microbiota intestinal y existen más tipos de bacterias que pueden emplearse para mejorar nuestra calidad de vida, como pone de relieve la Biotecnología. Para comprobar que las bacterias están presentes en todos los rincones y en nuestro quehacer diario, podemos plantear un experimento. Con esta sencilla actividad, nos daremos cuenta de la importancia de lavarnos las manos (especialmente los más pequeños), ya que las bacterias están presentes en todos los sitios...¡incluso en los más inesperados!
Necesitaremos para realizar este experimento dos placas o recipientes pequeños con una tapa, así como un sobre de gelatina sin sabor y un cubito de caldo. En primer lugar, prepararemos el medio donde crecerán nuestras bacterias: disolvemos el caldo y la gelatina en medio litro de agua y dejamos hervir durante diez minutos. A continuación, esterilizaremos las placas hirviéndolas durante cinco minutos. Se coloca la mezcla de medio en las placas y dejamos que enfríe. ¡Ya tendremos listas las placas con la alimentación de nuestras bacterias! ¿Y ahora, de dónde sacamos éstas?
Muy fácil, una vez que tengamos las placas preparadas, tocamos con la yema de los dedos las placas. A continuación, nos lavamos bien las manos con agua y jabón y tocamos la segunda placa con la yema de los dedos. A partir de ahí, taparemos bien las placas y los dejamos en un lugar cálido entre 24 y 36 horas. Si tenemos suerte, veremos diferencias entre la placa que hemos tocado con las manos "sucias" (donde aparecerán múltiples puntos pequeños, que son colonias bacterianas) y la que hemos tocado con las manos lavadas, donde apenas aparecerán colonias.